Shavuot
Shavuot: La entrega de la Torá
El gran sabio Rambam (Maimónides), comenta
en los preceptos sobre los "Fundamentos de la Torá",
con respecto a la escena del Monte Sinai y la entrega de la Torá:
"Los hijos de Israel no creyeron en Moshé
Rabenu por los milagros y señales que hizo, pues el que cree en
milagros se queda con la duda, ya que puede alegar que fueron realizados
por medio de brujerías o hechizos. Entonces ¿en qué
creyeron? En la escena del Monte Sinai que nuestros ojos vieron, y no
extraños; y nuestros oídos lo escucharon y no otros, vimos
y escuchamos el fuego, las voces, el sonido del Shofar, y la voz de Di-s".
Hay quien piensa que el judaísmo está basado
en una fe pero, en realidad, nuestra base es el conocimiento directo de
la Divinidad, el cual lo alcanzamos por medio de la revelación
colectiva; no es una fe en milagros, sino una revelación profética
directa.
Al haberse recibido la Torá en forma directa y en
una revelación masiva, si Di-s quisiera anularla, necesitaría
hacerlo por medio de una revelación paralela a la del Monte Sinai
y no por medio de un profeta. Hasta tal punto la Torá no es la
idea de un solo hombre, que aunque apareciese alguien alegando que Di-s
se le reveló, e incluso realizara milagros, si intentara cambiar
cualquier detalle de la Torá sería condenado por falso profeta.
El Todopoderoso, a través de la entrega de la Torá
en el Monte Sinai, quiso dejar asentada la base de nuestra realidad existencial;
en el Monte Sinai se creó una comunicación directa para
alcanzar la verdad absoluta.
En realidad, el ser humano posee dos elementos para poder
percibir la Divinidad:
1. El mundo natural y su programación, que declaran
y anuncian al Creador, pues no puede existir una programación sin
programador, como está escrito en los Salmos: "¡Qué
maravillosas son tus obras, Di-s!". Así como un traje
atestigua sobre el sastre que lo confeccionó, y el cuadro sobre
el artista que lo pintó, de esta manera la Naturaleza atestigua
sobre el Creador.
2. La reflexión del hombre en sí mismo ("Desde
mi interior contemplo a Di-s"), pues a Su imagen y semejanza
fuimos creados.
El mundo natural, como dijimos, es el testimonio de la existencia
de su creador, como bien lo subraya el profeta Yeshayahu (Isaías),
cuando reprochó al pueblo judío: "Las obras de mis
manos no visteis".
El profeta se refirió a aquellos que no son capaces
de apreciar la grandeza Divina reflejada en la Creación como, por
ejemplo, maravillarnos al observar en cada molécula su orden y
armonía, y por la perfección de su programación.
"Alzad vuestros ojos a las alturas y podréis
apreciar quién creó esto" -nos sugiere el profeta
Isaías- para enseñarnos que quien reflexiona sobre la naturaleza
reconoce al Creador.
Pero el hombre no siempre se rige por su reflexión
lógica y objetiva; los intereses personales lo sobornan y no le
dejan ver la realidad. Por eso sostiene Maimónides que los hijos
de Israel no creyeron en Moshé por los milagros que realizó,
ya que Di-s no quiso que el fundamento de la Torá esté basado
en nuestra lógica humana. ¿En qué creyeron?, "en
la escena del Monte Sinai", en la visión directa de la Divinidad,
sin intermediarios.
Di-s se reveló, y por esta razón no hay lugar
para la fe, sino para el conocimiento de la verdad en forma absoluta.
En la fiesta de Shavuot nosotros decimos en la Tefilá:
"El tiempo de la entrega de la Torá", y no "En
recuerdo del tiempo de la entrega de la Torá". Comprendemos
así que Shavuot no es un "recuerdo" pues la voz
de Di-s no cesó. La escena del Monte Sinai palpita dentro de nosotros
como base de la identidad judía, y ella es la que provoca que el
judío no pueda olvidar su función en la Creación.
Según el pensador judío Jasdai Crescas,
todo el judaísmo está basado en la escena del Monte Sinai
y, por consiguiente, todos los fundamentos que necesitó para basar
el origen Divino de la Torá constituyen los principios básicos
del judaísmo.
Shavuot es la conmemoración del tiempo de la entrega
de la Torá, para tomar conciencia y tener presente en cada día
este singular momento histórico.
www.mesilot.org yeshiva@mesilot.org