Rambam - Halajot
Selección de Leyes
Rambam. Leyes de las Bases de la Torá. Capítulo 5,2
(1) Todo sobre quien fue dicho, que debe transgredir para que no lo maten, y si se dejó matar para no transgredir, debería tener pena de muerte. Y todo sobre quien fue dicho, que se deje matar y no transgreda; y se dejó matar para no transgredir, consagró el Nombre del Eterno. La persona que muere ante diez judíos para no transgredir un mandamiento, ha consagrado el Nombre del Eterno públicamente.
Como lo hicieron Daniel, Jananiá, Mishael, Azariá, así como Rabí Akivá y sus compañeros. No existe nivel superior al alcanzado por estos mártires. Sobre ellos está dicho: "Por tu causa nos matan todo el día. Somos considerados como ovejas que van al matadero" (Salmos 44:23), y: "Congregad a Mí, mis piadosos, que pactaron conmigo sobre el sacrificio".
(2) Y todo sobre quien fue dicho, que se deje matar y no transgreda, si transgredió para que no lo mataran, profanó el Nombre del Eterno. Si esto ocurrió frente a diez judíos, es una profanación pública y desaprovechó cumplir el precepto de santificar el Nombre del Eterno, como así también viola el precepto de no profanar el Nombre del Eterno. Sin embargo, no tiene pena de azote porque lo hizo bajo coacción, ni tampoco hace falta decir que el Tribunal le impondría pena de muerte aunque hubiera matado bajo presión. Porque sólo quien transgrede voluntariamente en presencia de testigos y luego de ser advertido, recibe dichos castigos. Como fue dicho de quien entrega de su simiente al Molej: "Y Yo volveré Mi rostro contra ese hombre" (Levítico 20:3). La Torá Oral nos enseña: "Ese hombre", no el que actúa bajo coacción, ni aquél que lo hace por desconocimiento, ni aquél que lo hace por equivocación. Referente a la idolatría, que es la falta más grave, el que transgrede bajo coacción no tiene pena de exterminio (karet) ni tampoco el Tribunal le imputa la pena de muerte, menos cabe decir en los otros preceptos de la Torá. Con respecto a las relaciones prohibidas dice: "Y a la joven no le harás nada" (Deuteronomio
22:26). No obstante, quien puede escaparse de las garras del tirano para salvar su vida y no lo hace, es como "el perro que vuelve sobre su vómito" (Proverbios 26:11). Y es llamado idólatra alevoso y por lo tanto, es excluído del mundo venidero y enviado al fondo del infierno..
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