Dame amor, sostiene el shmaltz

David Clyman

A cualquiera que pregunte de qué tratan la mayoría de las canciones Pop le contestaremos: "sobre el amor", porque todo el mundo sueña con estar enamorado y ésto constituye uno de los mayores placeres de la vida.

Aunque la gente lo busca y sueña despierto con ello, si les pidiera una definición podría recibir una mirada de asombro o, cuando mucho, le dirán: "¿Cómo se puede definir el amor?".

Una definición perfecta e inequívoca del amor ha sido eludida por la humanidad desde la primera sonrisa, ya que como dijo Maimónides, "intentar definir el amor sería igual que definir a Di-s". El amor existe en tantas formas como existen combinaciones de personas y como copos de nieve, no hay dos relaciones iguales. Pero aquí cabe una palabra de precaución: sin una clara o mejor definición del amor, ¿cómo sabría la persona si lo ha encontrado? Lewis Carroll, en su cuento "Alicia en el País de las Maravillas" nos insinúa una posible respuesta cuando Alicia pregunta al gato: "Por favor, ¿podrías decirme dónde está la salida?", a lo cual el gato contestó: "depende a donde quieras llegar".

Sin embargo, digamos que amor es, entre otras cosas, sentir la agradable emoción de ver virtud en sus semejantes. Si alguien me preguntara por qué amo a mi esposa, enseguida le darí a una lista de sus cualidades: ella es generosa, sensible, amable, leal, ingeniosa, ocurrente, en definitiva, una mujer maravillosa. El amor nace al ver la virtud y, por el contrario, el odio generalmente tendrá como excusa ver los defectos del otro para justificar su existencia.

Percibir la virtud en otra persona es una elección que requiere la fuerza de la compasión, la cual es un músculo moral que necesita entrenamiento y trabajo constante. Las costumbres judías ofrecen esa oportunidad en el Shabat, cuando los esposos judíos del todo el mundo cantan a sus esposas: "¿Quién puede encontrar una mujer virtuosa? Porque su valor sobrepasa al de las piedras preciosas. El corazón de su esposo confía en ella y a él nada le faltará". Estas palabras fueron escritas por el Rey Salomón en el último capítulo del Libro de Proverbios, el cual describe las cualidades de la mujer amada.

¿Por qué continúa tan actual una canción de amor escrita hace casi 3.000 años? Se dice que además de las muchas y maravillosas cualidades que el Rey Salomón alaba, la composición de la canción también tiene un rol instructivo. En el hebreo original podrá ver que la canción se encuentra en orden alfabético. Podría preguntarse: ¿qué importancia tiene ésto? Mi respuesta es: amor enriquecido. Su amor crece cuando pueden recordar las cualidades de su esposa. Un primer paso sería simplemente decir: "Te amo", aunque es importante ir más allá para enriquecer ese amor con la joya de lo específico.

Con esta comprensión parcial, podemos ahora saber por qué el verdadero amor es más que una atracción física, haciéndose más profundo y significativo cuando reconocemos y apreciamos el carácter único de nuestra pareja. Esta es la razón por la cual la tradición judía sostiene que el amor verdadero llega después del matrimonio.

 El libro de Génesis (24:67) dice: “... Y ella (Ribká) se convirtió en su esposa y él (Itzjak) la amó”. ¿Por qué se menciona el amor sólo después de su matrimonio? Si la esencia del amor es el conocimiento de la virtud, ¿cuándo tengo una mejor imagen de quién eres, antes o después de la boda? Durante el noviazgo nuestra percepción es limitada ya que se busca agradar al otro, pero después de casados la pareja descubre sus cualidades y defectos. La convivencia hace que se profundice la relación, llevándola a un amor intenso y continuo.

No todos los amores son iguales. El gran filósofo  Maimónides (1135-1204)  describió  el amor a Di-s: "Sólo amamos a  Di-s con el conocimiento que de  Él tenemos, según sea éste, así será su profundidad".

Este punto de vista también pueden ser usado entre las personas. Luego pueden agregar todo el schmaltz que desee.


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