De Nuestras Fuentes
Y Abrirás tu Mano
R. Yosef Benchimol

Cuando nos acomodamos y sentimos que tenemos todas nuestras necesidades cubiertas es muy fácil olvidarse de nuestros semejantes que atraviesan dificultades.

Es importante destacar que el Judaísmo no educa a necesitar de la Tzedaká ni a depender de las personas, pero si una persona no tiene otra opción, debe recibir ayuda de la sociedad que le rodea.

El ideal de una Comunidad Hebrea, es consolidarse sobre la base de moral y justicia, esto impone a los dirigentes Comunitarios socorrer a los más necesitados dentro de la misma.

Sin embargo, no debemos descargar toda la responsabilidad en la dirigencia Comunitaria.  La responsabilidad del principio de Tzedaká y del logro de una sociedad más justa está en cada individuo que conforma esa Comunidad, no en vano Rambam (Maimónides) enumera ocho niveles de Tzedaká.

El segundo Bet Hamikdash se destruyó como todos saben por odio gratuito, y su reconstrucción requiere dar marcha atrás, corrigiendo ese grave fallo en las conductas con amor gratuito, y considero que no hay más amor entre otros que el amor al prójimo.  Y la forma más sana y próspera de amar a nuestro prójimo, es situarse en su problema y compartir con él, nuestro bolsillo y nuestra alegría abriendo nuestras manos.

Y abrirás tu mano …

Yosef Benchimol

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