Yom Kipur
"Y le dijo el Eterno a Moisés: Y el día diez del mes séptimo, será de expiación (Yom Kipur), de sagrada convocación para vosotros. Os afligiréis y brindaréis una ofrenda al Eterno. Y no haréis labor alguna ese día, porque es día de expiación de vosotros ante el Eterno, vuestro D-os. Quien no se afligiera en ese día, será extirpado de su pueblo. No haréis labor alguna. Será estatuto para todas vuestras generaciones, donde quiera que habitáreis, a partir del crepúsculo del día nueve del mes y hasta el atardecer del día siguiente" (Vaikrá 23:26-32).
Excepto los sacrificios correspondientes que ordena la Torá (que por ausencia del Templo no podemos realizar), dos preceptos nos encomienda D-os en este día: La aflicción de las almas y la prohibición de realizar labores.
Aunque el día de Kipur fue denominado por la Torá Shabat Shabatón como las demás festividades (Rosh HaShaná, Pesaj, Shavuot, y Sucot), no está permitido ningún tipo de trabajo, incluso los permitidos en los otros días festivos (preparación de alimentos), debido que la prohibición en Yom Kipur es clara: "No haréis labor alguna", como en Shabat.
"Y afligiréis vuestras almas".
Si bien la Ley Escrita ("Torá SheBijtav"), no especifica el significado del precepto de afligir las almas, la Ley Oral ("Torá She Vealpé"), transmitida a Moshé por boca de D-os en el Monte Sinaí, nos explica que son cinco las prohibiciones en este día:
Ayuno (tanto de comida como de bebida), excepto para
los enfermos de gravedad o aquéllos que el ayuno puede poner
sus vidas en peligro, las mujeres dentro de los tres días posteriores
al parto, y los menores de edad (niños hasta 13 años y
niñas hasta los 12). De cualquier modo, hay que educar a los
menores de más de 9 años haciéndolos ayunar parte
del día (según sus fuerzas).
En caso de necesidad, en el que un enfermo pide comer, debemos recordarle
que es Yom Kipur, y aún si necesita interrumpir el ayuno por
razones de salud, no deberá ingerir más de la cantidad
del tamaño de 2/3 de un huevo en alimentos sólidos, ni
más de 40cc de líquido en menos de 9 minutos. La prohibición de lavado, tanto con agua caliente
como con agua fría, rige solamente cuando se realiza por placer,
pero por necesidad (como el que sale del baño, por suciedad,
o al despertarse) está permitido. En el caso del lavado de manos
obligatorio, sólo se verterá agua hasta los nudillos de
los dedos. Exceptuando al lauado por suciedad, en el que se puede mojar
hasta donde necesite. La utilización de un ungüento recetado por
el médico está permitida, a diferencia de las cremas de
manos y otros cosméticos cuyo uso está prohibido. Nuestros Sabios solamente prohibieron los zapatos de
cuero o aquellos en los cuales alguna de sus partes son de este material.
Los zapatos tela, goma o plástico, están permitidos, como
también, en caso de necesidad o en lugares de peligro por escorpiones
o serpientes, están permitidas las botas altas que pueden evitar
ese peligro. La vida matrimonial está prohibida, por lo que
se deben guardar todas las leyes como si fuera en Nidá
(Pureza Familiar).
Todos estos preceptos comienzan a regir desde el atardecer
de la víspera hasta la salida de las estrellas del día siguiente.
Como ocurre con el Shabat, tenemos la obligación de adelantar la
entrada del día y retrasar su salida, para demostrar nuestro deseo
en cumplir los preceptos. En Shabat está prohibido ayunar y enlutarse en público.
Sin embargo, si coincide Yom Kipur con Shabat, se deberán cumplir
todos los preceptos correspondientes, debido a la repetición del
párrafo que nos aclara que, aunque el día es considerado
sabático, hemos de afligir en él nuestras almas. La Seudá Mafseket (comida de interrupción)
que efectuamos antes de comenzar con el ayuno, deberá ser festiva
en señal de la confianza en la Bondad Divina, como demostración
de nuestra seguridad de que el Todopoderoso perdonará nuestras
transgresiones. De todas formas, es recomendable no abusar en las comidas,
en especial las saladas o de difícil digestión, para que
no produzca este exceso, la sed o el cansancio en las oraciones. Tefilot para Yom HaKipurim. Una
de las características más notables de este día son
las oraciones con las que los judíos observantes acompañan
las veinticinco horas de esta celebración. Entre ellas se destacan
las oraciones de Kol Nidré, el Seder HaAvodá
y la Nehilá... Kol Nidré: Los rezos de Yom Kipur
comienzan con la anulación de todas las promesas y excomuniones,
debido a que hay transgresiones por las cuales la persona que las comete
merece excomunión y la expulsión de la comunidad, por lo
que no podría participar en los rezos públicos. El rabino,
acompañado de otros creyentes, con los rollos de la Torá
en sus manos y a manera de Tribunal Rabínico, deciden anular todos
los impedimentos para este día. Seder HaAvodá: En la Tefilá
de Musaf, recordamos todo el servicio del Cohén Gadol
(Sumo Sacerdote, el cual, en la época del Templo, pedía
por el perdón propio y el del pueblo, y en el que en diez ocasiones
recordaba el Divino Nombre Esencial de D-os, reverenciándose con
temor todo el pueblo cuando lo escuchaba. Nehilá:
Luego de la Tefilá de Minjá, antes de la puesta del
sol, cerramos el día de Kipur con la Tefilá de Nehilá.
Después de la salida de las estrellas, se toca el Shofar en señal
de libertad y de que fueron aceptadas todas nuestras plegarias. Cuenta el Talmud que en la época del Gran Templo,
al finalizar el día, el pueblo acompañaba con cánticos
y bailes al Sumo Sacerdote hasta su casa, donde celebraba un gran banquete
como prueba de agradecimiento a D-os por haber aceptado sus oraciones. En nuestros días, acostumbramos, luego de la oración
de Arbit, bendecir a D-os por la renovación del ciclo lunar (Birkat
HaLevaná), y con gran alegría regresamos a nuestras
casas a festejar la salida del día con la Havdalá. Luego de la cena, se comienza inmediatamente con la construcción
de la Sucá, demostrando así nuestro ímpetu por cumplir
con las mitzvot.
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