Torá desde Jerusalem Enfoques sobre la Parashá
"Pues yo sé que a quien bendices es
bendecido y a quien maldices es maldecido" (Bamidbar
22:6) La fuerza de Israel
está en su voz. La voz elevada al
Cielo en rezo; la voz de aprender Torá. La dicotomía eterna entre Israel (Yaacob) y las naciones gentiles (Esav / Roma y sus culturas
de hoy en día) están expresadas en la batalla entre el poder de
la voz y el poder de las manos, y su máxima expresión, la
espada. "La voz es la voz de Yaacob, pero las manos son las manos de Esav"
(Bereshit 27:22). Cuando Bilam quiere
maldecir al Pueblo Judío, usurpando el poder de la voz, se le advierte
que su fin será por medio de una espada, el arma de Esav. (Rashi) "Abrió
Di-s la boca del asna..." (Badmibar
22:28) De todas las
diferencias entre el Hombre y los animales, la Torá identifica la distinción
esencial como el poder del habla. El
Hombre es llamado `El orador' - esta es la cualidad que epitomisa su elevación sobre los animales.
El poder de la palabra se le dio al Hombre para elevarlo del mundo físico,
para inyectar espiritualidad en lo físico. En la lengua hebrea la palabra para `cosa' -
davar - tiene la misma raíz que divur - `palabra'. El
habla es el umbral entre el mundo de las cosas, el mundo físico,
y el mundo espiritual. Cuando el Hombre
usa su poder del habla para agregar espiritualidad a este mundo, entonces el
cumple con su verdadera función elevándose a si mismo y al mundo
con el, pero cuando el poder del habla es degradado, cuando se usa para
maldecir y denigrar, entonces el Hombre se convierte en no mas que en un burro
que habla.... (Rabí Nota Schiller) "Muera mi alma
una muerte de rectos. Y sea mi final
como él" (Bamidbar 23:10) Este es el camino
del malvado, quiere ser recompensado sin
esfuerzo: Bilam quería "morir una muerte de rectos"... pero él
no quería vivir la vida de los rectos... (Jafetz Jaim, Ktav Sofer) www.mesilot.org yeshiva@mesilot.org
Parashá Balak - Balac
Libro Bamidbar / Números (22:2 a 25:9)
Hay un concepto místico
de que Di-s "se enoja" cada día (Avodá Zará 4a).
Este "enojo" es la MIDAT HADIN, el atributo de la Justicia,
con el cual Di-s juzga a los pecadores. Claramente, alguien que transgredió está más
vulnerable en ese momento. El
"talento" de Bilam era que él podía saber el segundo
exacto en que cada día este Atributo estaba activo - cuando Di-s
"se enoja". Bilam quería
dirigir la Midat HaDin en contra del Pueblo Judío maldiciéndolos
y buscando que se les de castigo Divino. Sin embargo, Di-s arruinó el plan de Bilam cerrando el Midat HaDin y no sentándose para juzgar. Pero, necesariamente, al no haber Midat HaDin
en este momento, el mundo recibió en su lugar una desproporcionada
cantidad de la midá opuesta - Midat HaJesed- Atributo de Bondad. Bilam se dio cuenta que por la influencia de
este "exceso de bondad" el tiempo era propicio para que todo el
Pueblo Judío peque por medio de la inmoralidad, que es, en esencia,
"bondad" desenfrenada.
Él le aconsejó a Balak de
acuerdo a eso y Balak tuvo éxito en seducir a los Hijos de Israel llevándolos
a pecar con las hijas de Moab.
"Percibió
el asna al emisario de Di-s apostado en el camino, y
su espada desenvainada en su mano..." (Bamidbar 22 :23)
"Qué buenas son tus tiendas, Oh Yaacob!" (Bamidbar 24:5)
¿Qué tenían de "bueno" las tiendas de Yaacob? Bilam advirtió
que ni siquiera una sola de las entradas de las tiendas de los israelitas se hallaba justo
enfrente de la entrada de otra. Cada tienda se hallaba en un ángulo tal que su entrada
se hallaba frente al costado de la tienda del vecino. Pero ¿qué tenia de especial?
Es verdad que demostraba un sentido de discreción y de respeto de la privacidad,
pero ¿por qué precisamente esa disposición especial de las entradas de las tiendas
hizo que Bilaam proclamara que el pueblo judío era merecedor de que la Presencia Divina
residiera en su medio?
En efecto, la única intención de Bilaam era encontrar alguna falla universal del
pueblo judío que le permitiera derribarlos, maldecirlos, acusándolos de
algún pecado endémico.
Sin embargo, no logró hallar ninguna falla general. Porque aunque un judío
pudiera tener un defecto en alguna área, el vecino precisamente se destacaba en
esa área, y compensaba la falta del primero.
Y así ocurría con todo el pueblo. Bilaam no logró descubrir ni un
solo vicio que formara parte de la esencia del pueblo judío como tal, por más
que tratara.
Ese es el significado oculto de las palabras de Bilaam: "Que buenas son tus tiendas, Oh Yaacob".
"Ni una sola de tus entradas (al pecado) se halla alineada con la entrada del vecino.
Ni uno solo de tus pecados se halla precisamente enfrente de los pecados del vecino.
Y por eso no te puedo herir haciendo un tiro directo a tu medio, a tu corazón.
Porque la debilidad de uno es la fuerza del otro, sin dejar ninguna entrada al pecado que acecha
en la puerta..."
(Kehilat Itzjak)
"¿Qué he hecho que me has atacado estas tres veces?" (Bamidbar
La burra de Bilaam no era ninguna. Cuando la burra dice "estas tres veces",
se refiere a las tres fiestas, Pésaj, Shavuot y Sucot.
La burra le preguntaba a Bilaam como podía haberse imaginado que podía
aniquilar al pueblo judío, que lleva a cabo las tres fiestas de peregrinación.
Pero, ¿qué tienen de especial estas tres fiestas, como para que se las mencione
en forma específica como tal fuerza protectora del pueblo judío?
El pueblo judío se halla por encima del tiempo. Dada su capacidad de establecer
el día en que se inicia el mes, son esencialmente "socios en el tiempo"
con el Creador, y no se hallan sometidos en forma absoluta a las restricciones temporarias.
Bilaam, por el contrario, solamente podía percibir profecías de noche.
Su profecía era dependiente del tiempo. Por eso, la burra le recordaba a Bilaam que
él se hallaba sujeto al tiempo, y por lo tanto, ¿cómo podía
siquiera imaginar que podría dominar a un pueblo que se halla por encima del tiempo?
La burra no era ninguna tonta...
(Basado en Admor Rav David mi Kotzk en Iturei Torá)
"Y ahora, por favor ven y maldice para mí a este pueblo, pues es
demasiado poderoso para mí" (Bamidbar 22:6)
Balak ben Tzipor, rey de Moab, tuvo miedo de los judíos, fue a ver a Bilaam para
pedirle, no que lo bendijera a él, sino para que los maldijera a ellos. Así
actúan los malvados: ¡en vez de buscar la bendición para sí mismos,
prefieren que se maldiga a los demás!
¿Qué es lo que hace el judío que se encuentra en problemas?
Va a ver a un tzadik, y le pide que le de una berajá (bendición).
Le reza al Creador para que lo ayude.
(Jafetz Jaim)
"...El Pueblo comenzó a cometer indecencias con las hijas de
Moab." (Bamidbar 25:1)
En la época en la que vivimos, reina un modelo de libertad sin restricciones: la libertad de
los complejos. La libertad de la culpa.
Constantemente, los medios de comunicación nos invitan a "sacar los
trapitos al sol". Prácticamente no hay nada de lo que debamos avergonzarnos.
La homosexualidad no es más que una simple cuestión de elección personal.
Las relaciones físicas extramatrimoniales son la norma. Se nos asegura que la desnudez
no es en absoluto causa de bochorno. El cuerpo es algo natural y por lo tanto, sus procesos no
deben ser objeto de vergüenza. Para nada.
Sin embargo, sigue habiendo un vestigio de recato en la vida moderna: todavía no se
llegó al punto en el que todas las funciones corporales se realicen en forma pública.
No obstante, según la moralidad vigente, en realidad no existen motivos para que así
sea.
Se nos ocurre pensar que el "sacar los trapitos al sol" es un fenómeno
contemporáneo. Sin embargo, existe una sorprendente similitud entre nuestros días
y hechos que ocurrieron hace tres mil años. Después de que el pueblo judío
saliera de Egipto, Balak, que era el rey de Moab en ese entonces, le envió
un mensaje a Bilam, el profeta de las naciones, para que este maldijera al pueblo judío.
Bilam no logró maldecirles, pero sí logró que el pueblo judío cayera
por otros medios: su consejo fue que las mujeres moabitas sedujeran a los hombres judíos para
que realizaran actos inmorales. La misión del pueblo judío es ser una nación sagrada,
y Bilam sabía que semejante libertinaje provocaría la ira Divina.
Sin embargo, las mujeres moabitas exigieron un pago por sus servicios:
se negaron a acercarse a los judíos a menos que estos primero adoraran a su ídolo,
el Baal Peor.
El devoto del Baal Peor comía lentejas con cerveza y luego realizaba sus funciones
corporales enfrente del ídolo. En efecto, cuanto más abusaba al ídolo,
más devoto se lo consideraba.
¿Cómo es posible que los judíos se hayan dejado arrastrar por algo tan
abominable? La esencia del culto del Baal Peor era "sacar los trapitos al sol".
Destruir todas las barreras. Una vez que no hay barreras, todo está permitido.
Si hasta los procesos físicos ya no causan vergüenza... ¿qué nos queda
de moralidad?
(Rabí Jaim Shmulevitz)
"Y Hashem abrió la boca de la burra..." (Bamidbar 22:28)
¿Qué significa que un burro empiece a hablar?
La diferencia esencial entre el Hombre y los animales es el poder del habla. El Hombre es
llamado "el Hablador". Ese es el rasgo que sintetiza su supremacía por
encima de los animales. El poder del habla le fue dado al Hombre para que elevara el mundo
físico e infundiera espiritualidad en lo material.
Al describir la creación del Hombre, la Torá dice que Hashem "sopló en sus fosas nasales un
espíritu de vida". El Targum Onkelos traduce esta frase como "sopló
en sus fosas nasales un espíritu de habla".
En el idioma hebreo, el termino "cosa", davar, tiene la misma raíz que el
término "palabra", dibur. El habla es la conexión que une el mundo de los
objetos, de las cosas, o sea, el mundo físico, con el mundo espiritual.
Cuando el Hombre utiliza el poder del habla para infundir espiritualidad en el mundo,
está llevando a cabo el propósito original para el que fue creado,
sintetizando "el espíritu de habla". Se eleva a sí mismo, y eleva
al mundo que lo rodea. Pero cuando degrada el poder del habla utilizándolo para
pronunciar maldiciones y malas lenguas, entonces el Hombre no es más que un
burro que habla.
(Rabí Nota Schiller)
"No vayas con ellos; no maldigas a este pueblo, pues son benditos" (Bamidbar 22:12)
"Hashem le dijo a Bilam: 'No maldecirás a este pueblo'. Bilam le dijo a
Hashem "Entonces, los bendeciré". Hashem dijo: "Ellos no necesitan de
tu bendición, pues son benditos". Tal como dice el refrán: "A la abeja
le decimos: 'Ni tu miel, ni tu aguijón.'" (Rashi) ¿Cuál es el animal no kasher
que produce comida kasher?
La abeja. A pesar de ser un animal no kasher, la miel si es kasher. Y la razón por
la cual la miel es kasher es debido a que la miel no proviene en realidad del cuerpo de la abeja,
sino que las abejas fabrican miel a partir del polen que recolectan. Sin embargo, el aguijón
venenoso de la abeja sí proviene de su propio cuerpo (Yore Dea).
Bilam era como la abeja. Toda su "miel", sus dulces bendiciones y las
profecías respecto del pueblo judío, no provenían de él.
De ningún modo formaban parte de su naturaleza, sino que habían sido
extraídas de una fuente externa. Pero las maldiciones llenas de veneno sí
provenían de su esencia ponzoñosa.
(Sheerit Menajem)
Shabat Shalom