Torá desde Jerusalem
Parashá Terumá - Ofrenda
Libro Shemot / Éxodo (25:1 a 27:19)
“Diles a los Hijos de Israel”... ! (Shemot 25:2)
Tras la parashá Mishpatim donde la Torá
dictamina las leyes relevantes a las relaciones humanas, derechos,
obligaciones, responsabilidades económicas, etc., continúa la Torá con las
obligaciones de todo judío para con el Todopoderoso.
A diferencia de la parashá Mishpatim, en la
parashá Terumá, comienza la Torá con el preámbulo “Asher Yidebenu Libó”, a lo
que traduce Rashi “Ratzón Tob” de buen corazón, pues en las relaciones humanas
todo es bajo el lenguaje del precepto “obligación”. Sin embargo en nuestra relación con Di-s, todo depende del
buen corazón como dijeron nuestros Sabios: “Rajmaná Libá Bai”, el Todopoderoso
el corazón busca.
En las relaciones humanas las leyes se
rigen por los hechos, en nuestra relación con Di-s la intención es lo
primordial, pero solamente en lo positivo; quien quiso hacer una mitzvá y no le
fue posible se le considera como si la hubiera hecho, sin embargo, si pensó
transgredir un precepto pero no pudo hacerlo, no se considera como si lo
hubiera hecho.
ˇQué grande es la bondad Divina que busca
darnos méritos!.
Asimismo cuando Hashem nos pide construirle
el Tabernáculo, nos dice la Torá: “Vehashú Li Mikdash Veshajanti Betojam”, y Me
harán el Tabernáculo y habitaré entre ellos, no dijo y habitaré en el
Tabernáculo, sino habitaré entre ellos, ya que el Tabernáculo no fue hecho sino
fue ordenado para que nosotros encontremos donde identificarlo.
Así como el Tabernáculo fue ordenado para
nosotros, también encontramos el grado de detalle con que fue ordenado;
recibimos los detalles de sus componentes, todas las medidas, hasta en lo más
mínimo, para de esta manera enseñarnos el valor de la exactitud. Muchas veces nos preguntamos qué
importancia puede tener un minuto más o menos, como en el tiempo de los rezos o
de la entrada y salida del Shabat, un gramo más o menos en el peso de las
matzot, o un milímetro más o menos en el lugar de los Tefilín. Los adelantos de la tecnología en
especial en el campo de la electrónica o lo que es más conocido como Hi-Tech,
nos enseña la importancia del “detalle” como cuando un microchip de unos
cuantos centímetros puede contener trillones de datos, mucho más la Torá en sus
miles de párrafos, palabras y letras junto con los sistemas de estudios, de
comparación de expresiones similares, de la proximidad de las frases, por las
palabras con letras agregadas, en las faltantes, en los cambios, en lo que está
escrito y en las costumbres, nos enseña la milenaria tradición judía.
La exactitud, los detalles, se convirtieron
en la fuente infinita de la sabiduría.
Shabat Shalom
Rab. Shlomó Wahnón
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