Pirké Avot
Capítulo Primero
Mishná 16
XVI. Rabán Gamliel dice: Hazte
de un Rab y sal de dudas, y no te excedas al deducir el diezmo por estimación.
Hazte de un Rab y sal de dudas.
La duda no solamente afecta a la persona en el aspecto de que no sabe si en
verdad realizó lo correcto, sino que afecta hasta en lo profundo de sus
sentimientos. Ya dijeron nuestros
Sabios: No hay alegría como el esclarecimiento de la duda. La alegría es el motor de la acción en
la persona por lo que ella debe buscar estar siempre alegre, como dice el
cántico: Una gran mitzvá es estar siempre alegre, así como la tristeza y el
aburrimiento son la puerta del pecado.
El Shulján Aruj nos habla de dos fechas relacionadas con la alegría y
dice: Desde que comienza el mes de Adar se debe incrementar la alegría; sin
embargo con respecto al mes de Av está escrito: Desde que comienza el mes de Av
se disminuye la alegría. En ningún
momento nos obligaron a aumentar la tristeza, ya que esta de por sí no tiene
lugar en el judaísmo.
La alegría es sinónimo del conocimiento, por lo que solamente
llegaremos a ella encontrando la guía, el maestro, y es por eso que el Rab hay
que fijarlo sin ningún grado de interés, no como en el caso de un amigo, como
dijeron: Cómprate un amigo, ya que el amigo es una necesidad, mientras que el
guía, el Rab es una realidad.
No te excedas al deducir el diezmo por estimación.
La exactitud es una cualidad en todos los lugares,
pero en las obligaciones es mucho más necesaria. La estimación es aceptada en las cosas sin importancia, pero
żnos cabría pensar en no ser estrictamente exactos en una central nuclear o en
la receta de un medicamento?.
La Torá se nos aparece como obsesiva en sus detalles, cosa que nos
debiera demostrar sobre la importancia de la misma. No es solamente es exigente en sus hechos, sino también en
sus pensamientos. Nos hace
responsables hasta de nuestros sueños, como dijeron nuestros Sabios: Que aunque
no existe sueño sin tonterías, no existe sueño sin profecías. La Halajá obliga a que la persona se
duerma al principio de la noche sobre su izquierda, y a medianoche sobre su
derecha, nunca boca arriba ni boca abajo.
ˇQué exigencia, qué control el que nos obligan! Y debemos saber que si la Halajá lo
obliga, es señal de que podemos realizarlo.
El orden, la exactitud, la constancia de las cualidades que debemos
ordenarnos en ella, como medio para un comportamiento más perfecto y como la
causa del reconocimiento de la importancia de nuestra vida.
Rab Shlomó Wahnón
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