Pirké Avot
Capítulo Primero
Mishná 7

VII. Nitai el Arbelí dice: Aléjate de un mal vecino, no te juntes con el malvado y no desesperes de la retribución divina.

Comentario

Aléjate de un mal vecino, no te juntes con el malvado. Diferentes niveles en la equivocación, malo, malvado... así lo encontramos en el primer salmo de Tehilim, cuando el Rey David nos enseña: Bendita la persona que no anduvo con el consejo de los malvados y no se encontró en el camino de los equivocados, y en el lugar de los cómicos no se sentó.  En el salmo el Rey David nos habla de tres niveles: malvados, equivocados y cómicos mientras que los enumera en orden contrario a lo que nuestra lógica nos enseñaría, ya que si dependiera de nosotros consideraríamos a los cómicos como hasta positivos, aunque a veces se equivocan y molestan o dañan en sus bromas o chistes, pero al fin y al cabo no deja de ser una broma.  ¿Acaso se puede molestar a una persona por una broma?  Sin embargo, el Rey David nos quiere enseñar en el primer salmo, como principio de guía en la vida, que la influencia de los hechos no depende de la gravedad de los mismos sino a veces todo lo contrario, los más livianos y sin importancia son los más graves, ya que somos inconscientes a su influencia.  Nos comenta Rashi al comienzo de la Parashá Ekev en la que explica sobre la importancia e influencia que tienen los hechos rutinarios que, como el talón (akev) sobre el que se apoya que todo el cuerpo y la persona no lo valora, asimismo son los buenos o malos hechos rutinarios de los que está acostumbrada la persona, y no siente la influencia de los mismos.  Es por eso, que consideró David Hamélej a los cómicos con sus bromas y chistes como al peor compañero de la persona, de la misma manera nos advierte Nitai el Arbelí sobre la influencia del mal vecino y la amistad del perverso.

No desesperes de la retribución divina. Nuestra vida en este mundo es solo un ulpán “curso preparatorio” para la verdadera vida, como nos indicó Rabí Moshé Jaim Luzato “Haramhal”: Prepárate en el pasillo para que puedas entrar al palacio.  Así vieron nuestros Sabios nuestra realidad en este mundo: un pasillo transitorio preparatorio para el palacio.  En este curso preparatorio nadie es colocado en una situación que no pueda realizarla, es por eso que Nitai el Arbelí nos critica la desesperación, causada por la falta de apreciación por la que en muchas situaciones nos sentimos incapaces para poder continuar, y debemos tener la certeza de que la falta de confianza es una falta de fe en el Creador.  La Hasgajá, “Control Divino”, es uno de los principios de nuestra creencia, no debemos considerar la casualidad sino la causalidad de los hechos, ya que todos ellos y en todo instante tienen una razón y causa.

El buen entorno y la creencia en nuestra capacidad son los pilares para el buen desarrollo de la persona en esta vida.  Por lo contrario, las malas amistades y la desesperación o falta de confianza, son las puertas del pecado.

Rab Shlomó Wahnón


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