Kaparot, la víspera de Yom Kipur
1. Se suele hacer Kaparot la víspera de Kipur, se degüella
un pollo para cada miembro de la familia, gallos para los varones y gallinas
para las hembras. Un solo gallo basta también para toda la familia.
2. Antes de Shejitá, se revolea el pollo sobre su cabeza y
se dice la fórmula que se traduce así: “Este pollo viene en mi lugar, me
reemplaza y es mi perdón; este pollo va a la muerte y yo entraré en una vida
larga y apacible.” No se puede pretender que esta acción tenga el efecto de un
verdadero perdón, pero si somete su naturaleza animal a la voluntad de Di-s y
se piensa que, en vez del pollo, uno mismo merece la muerte por causa de sus
pecados, esta Teshuvá será ciertamente recibida por el Todopoderoso.
3. Hay que escoger un Shojet experto y sinceramente
religioso, pues si por causa del ritmo acelerado de la Shejitá en ese momento,
ésta no se realizara, en vez de efectuar una acción expiatoria, se añadiría una
grave trasgresión.
4. Se suelen ofrecer las Kaparot a necesitados, o aun mejor
rescatarlas con dinero que se distribuye a los pobres.
Reconciliación la víspera de Yom Kipur
1. Las faltas cometidas hacia el prójimo no se perdonan a
menos que el culpable repare el daño causado y pida excusas. Si el ofendido no
quiere disculparse, debe solicitar de nuevo perdón haciendo intervenir a tres
personas con él, y reiterar esta solicitación si es necesario. Si después de tres veces el ofendido
sigue rehusando disculparle, no tiene la obligación de insistir, pero reunirá a
diez personas ante las cuales declarará: Cometí tal culpa hacia fulano y le
pedí excusas, pero él rehúsa perdonarme.
2. Si el ofendido es su Maestro o su Rabino, debe seguir
insistiendo tantas veces que sea necesario hasta obtener perdón.
3. El ofendido no debe de ser cruel, sino aceptar
rápidamente las excusas sin guardar rencor. Sin embargo, si aquel le sacó mala
fama, no tiene obligación de perdonarle.
4. Si el ofendido falleció, va a su tumba acompañado de diez
personas y declara: pequé contra Di-s y contra esta persona.
5. Antes de ir a la sinagoga a la entrada de Kipur, hay que
besar la mano de su padre y de su madre y pedirles perdón. Es un deber sagrado hacerlo y el que se
abstiene es llamado pecador, pues desprecia el honor de sus padres. Si la Torá ordenó disculparse del
prójimo la víspera de Kipur, esto se aplica con más razón al deber de los hijos
hacia sus padres. Maridos y
mujeres deben igualmente pedirse perdón mutuamente por cualquier contrariedad
ocurrida entre ellos. El discípulo
tiene también obligación de pedir perdón a su maestro.
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