Torá desde Jerusalem
Parashá Bo - Ve
Libro Shemot / Éxodo (10:1 a 13:16)
Reflexiones
sobre la Parashá
"Y será una señal sobre
tu brazo, y un adorno entre tus ojos, pues con mano fuerte Hashem nos sacó de
Egipto" (Shemot 13:16)
Habia
una vez una niña prodigio que, a la edad de tres años, sabía tocar Rajmaninof
mejor que el más experto. Se organizó un
concierto para que tocara en público. Varios
meses antes, se pegaron en las calles posters y la T.V. anunciaba que se iba a
realizar un concierto, y solamente uno. Y
para que ese evento único no se olvidara, se venderían suvenires del concierto:
por ejemplo, una pulsera con un pianito de concierto blanco, o una tiara con un
piano encima... La mañana después del
concierto, los periódicos se volvieron locos tratando de hallar superlativos
para poder describir el acontecimiento. Cerca
de un mes más tarde, dos maleducados que no habían llegado a tiempo y se
perdieron el show aparecieron en la casa de la niña, exigiendo un show "a
la fuerza".
"Si...
es verdad que todo el mundo dice que estuvo sensacional... leímos los periódicos
y todo, pero nosotros no lo creemos. Si
ahora la traen a la sala y la hacen tocar en ese piano que tienen, entonces sí
vamos a creer que es tan buena como dicen; si no, no lo creemos..."
Cuando
Hashem creó el mundo, no cabía dudas de que fue Él el que les dio existencia a
todas las cosas, que Él sabía todo lo que acontecía en el mundo, y que a Él Le incumbía
hasta el más mínimo detalle de lo que aquí pasaba.
Desde
la época de Enosh, nieto de Adam, la gente empezó a equivocarse con respecto a
Di-s. Y hasta hubo quienes negaron Su
existencia por completo. Hubo otros que
aceptaban la existencia de un Poder Divino, pero afirmaban que Él era tan
exaltado y estaba tan alejado de este mundo, que solamente sabía lo que ocurría
en el reino espiritual, más no lo que acontecía aquí.
Hubo
otro grupo más, que admitía que Di-s sabe lo que ocurre en este mundo inferior,
pero que no Le interesa lo que hacemos. En
otras palabras, Él creó el Universo, pero después, por así decirlo, se fue a
jugar golf...
Di-s
decidió de una vez por todas terminar con estos errores. Y para eso traería una serie de hechos
milagrosos que demostrarían, al alterar el curso de la naturaleza, que Él es el
Que crea la naturaleza.
Y
no solo eso, sino que Él tomaría una nación de en medio de otra nación, y la transformaría
en Su pueblo. Eso demostraría que, no
solo que Él es absolutamente consciente de lo que tiene lugar en este mundo,
sino que Le importa e interactúa con la humanidad.
Di-s
iba a hacer esto una sola vez, pues al realizar estos milagros, le sacaba al
hombre la capacidad de la libre elección, de creer o no en Él, y todo el propósito
de la Creación era la existencia de un ser, el hombre, que tiene libre albedrío
de creer o no creer.
Esa
es la historia del Éxodo. Di-s sacó al
pueblo judío de Egipto para demostrar que Él está vivo y que el mundo subsiste
gracias a Él.
Y
para que no olvidáramos este "concierto unico e irrepetible", nos dio
"suvenires": la mezuzá para que pongamos en la puerta, tefilín para
que nos atemos en los brazos. El que
posee estos recordatorios vive la vida como si tuviera permanentemente un hilo
rojo atado al meñique... no se puede olvidar.
Y
no solo eso, sino que Di-s hizo que todas las generaciones recrearan los
eventos de este gran "concierto de la naturaleza", en todas las
generaciones, durante el Séder, para que cada generación supiera que aquello
verdaderamente habia ocurrido.
Por
ese motivo, Di-s no actúa ante el pedido de cualquier ignorante que viene y
afirma que no cree que hubo en verdad un concierto. Hay millones de fans que aun poseen sus
pianitos blancos de recuerdo, traspasados cuidadosamente de generación en generación,
para demostrar que los otros están equivocados.
(Basado
en el Rambán)
"... Una fiesta de Hashem
para nosotros" (Shemot 10:9)
Se
suele decir que a las empresas de catering no les gustan los casamientos judíos. No se hace mucho dinero haciendo el catering
de casamientos. No se obtiene gran margen de ganancias. La mayor parte del beneficio proviene del
consumo de bebidas alcohólicas. Y los judíos no son para nada grandes bebedores.
Las
estadísticas demuestran que los judíos poseen la más baja incidencia de alcoholismo
de todos los grupos étnicos. ¿Por qué? El niño judío prueba por primera vez el vino
cuando tiene nada más que ocho días de vida. El mohel (el encargado de realizar la circuncisión) suele
colocar unas cuantas gotas de vino en la boca del bebe. En otras
palabras, el primer contacto que tiene este jovencito con el vino se
produce en el contexto de una Mitzvá. Esa experiencia se fortalece a lo largo de la niñez.
Cada
viernes a la noche y Shabat a la mañana, el niño judío oye el Kidush, que se pronuncia sobre un vaso
de vino. Y a él también le dan de
probar. Cuando termina el Shabat, en el
servicio de Havdalá, el vino vuelve a jugar un papel central.
En
las fiestas, el vino adquiere gran preeminencia. Y en Purim, una de las mitzvot del día nos
manda beber hasta que no podamos distinguir entre Mordejai el bendito y Hamán el maldito. En
Pésaj, el niño ve que sus padres beben cuatro copas de vino, que simbolizan los
cuatro aspectos de libertad tras la
servidumbre egipcia.
El
niño judío no le tiene miedo al alcohol. No lo percibe como un método de escapismo,
algo donde ahogar sus penas, sino mas bien, como un elemento que combina lo físico
con lo espiritual. Su contexto es
puramente positivo. El judaísmo, a
diferencia de algunas religiones, no
pregona el ascetismo como la ruta ideal hacia la espiritualidad. No ve a este mundo como un campo minado donde
lo físico está al acecho del hombre. No. El
mundo es un recurso. O bien dejas
que te domine, o bien lo utilizas como un medio para acercarte a Di-s. Cuando Moshé le
dijo al Faraón que partían para hacer un festival para Hashem, dijo que era
"una fiesta de Hashem para nosotros".
Para
ser un judío santo, no hay que mortificar la carne, sino que hay que elevarla. Cada fiesta de Hashem es también "para
nosotros". Para que participemos de
los maravillosos regalos de este mundo
y, al experimentar los placeres de este mundo en su contexto adecuado,
podamos alcanzar una apreciación más
grande de Aquél que nos dio todos esos magníficos presentes. ¡Lejaim! ¡Por la vida!
(Séfer
ha Jinuj, Rabí Eliahu Dessler)
"Y
será una señal sobre tu brazo, y un adorno entre tus ojos, pues con mano fuerte
Hashem nos sacó de Egipto" (Shemot13:16)
Cuando
Hashem creo el mundo, no había dudas de que fue Él que hizo que todo existiera,
y que Él sabía todo lo que sucedía en el
mundo y que El se ocupaba de hasta el más mínimo detalle de lo que ocurre en
este mundo.
Desde
la época de Enosh, el nieto de Adam, la gente comenzó a equivocarse con
respecto a Di-os. Y hasta hubo quienes negaron Su existencia por
completo. Otros aceptaban la existencia
de un poder divino, pero afirmaban que estaba tan alejado y era algo tan
exaltado que únicamente tenía conocimiento del reino espiritual, pero ellos no sabían
lo que ocurría en este mundo.
Un
tercer grupo admitía la existencia de un dios que sabe todo lo que ocurre en este
mundo inferior, pero no le interesa lo que hacemos. En otras palabras, que creó el universo y después,
por decirlo de alguna manera, se fue a jugar al golf...
Di-s
decidió de una vez y para siempre acabar con todos esos errores. A través de una serie de milagrosos acontecimientos,
alterando la naturaleza, Di-s demostraría que Él crea y controla la
naturaleza. Las plagas de Egipto fueron
esos acontecimientos milagrosos. Pero ¿cómo la mera alteración de la
naturaleza puede demostrar que Di-s creó la naturaleza? El hecho de que puedo arreglar un auto no significa que pueda
construir un auto. Para responder a este
interrogante, debemos entender la naturaleza de este cambio en la naturaleza a
mayor profundidad. Cuando Di-s creó el mundo, lo hizo a través
de las Diez Frases: "En el comienzo..." "Que haya luz...", etc. Las diez plagas fueron la inversión de las Diez
Frases. Eran sus contrapartes negativas. La primera frase corresponde a la decima plaga, la segunda frase corresponde
a la novena plaga, etc. Por ejemplo, la
segunda frase "Que haya luz" corresponde a la novena plaga, la plaga
de la oscuridad. La plaga de la
oscuridad no fue simplemente la falta de luz, sino que Di-s alteró todo el
orden de la Creación, por lo que la luz se convirtió en la ausencia de la
oscuridad. En lugar de haber fotones de
luz que perforan la negrura, durante la plaga de la oscuridad, los fotones de
oscuridad perforaron la claridad. Ahora
podemos comprender por qué esas plagas demostraron que Di-s crea y controla la naturaleza. Porque no se trataba de desviaciones de la
corriente normal de la naturaleza, sino mas bien de la recreación de la propia naturaleza.
Shabat Shalom.
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