Torá desde Jerusalem
Parashá Ékev - Por consiguiente Libro Devarim / Deuteronomio (7:12 a 11:25)
Enfoques
sobre la Parashá
"Cuando te dijeres a ti mismo: Son
numerosos los pueblos estos, más que yo; ¿cómo podré
desterrarlos? No habrás de temer
de ellos; recordar habrás de recordar lo que ha hecho Hashem tu Di-s, a
Paró y a todo Egipto." (Devarim 7:17-18)
En
otras palabras: Solo cuando entiendan que a través de su propia habilidad
y sin la ayuda de Di-s no podrán sobrepasar a las naciones, entonces no
tendrán nada que temer.
Pero
si imaginan que van a poder sacar a las naciones con su propio poder, entonces
deben empezar a preocuparse, porque Di-s no les dará la ayuda necesaria.
(Maase
Hashem)
"No
te quebrantes ante ellos, pues Hashem tu Di-s está en tu seno, Di-s Magno
y Temible" (Devarim 7:21)
Si una
persona ama a su prójimo y lo respeta, de ninguna manera esto desvirtúa
su amor y respeto por Di-s. Si una
persona teme solo al ser humano, esto es una señal de que sus
sentimientos de veneración por Di-s son muy bajos, pero si alguien es
genuinamente "veneradora de Di-s", entonces no teme a ningún
hombre. Por eso la Torá nos dice
aquí " No te quebrantes (no tengan miedo) ante ellos" - frente
a las naciones - "pues Hashem es Magno y Temible". Solo Di-s es grande e imponente, y si temen a
ellos, no pueden ser "temerosos de Di-s".
(Maharil
Mangolios z"l)
"Comerás
y te saciaras y bendecirás a Hashem tu Di-s por la tierra buena que te
ha dado." (Devarim 8:10)
Rabí
Levi destacó una contradicción entre dos versículos de
Tehilim (Salmos): En uno dice "El mundo y su plenitud son de Hashem"
y en el otro dice "El mundo que Él le ha dado al hombre". Realmente no hay contradicción: el
primer versículo se refiere a la situación antes de que una
persona diga una berajá (bendición), mientras que el segundo se
refiere al momento después de decir la berajá
(bendición). Dijo Rabí
Janina "Quien tiene placer del mundo físico sin hacer una
berajá primero es como si le robaría a Di-s..."
(Talmud
Tratado Berajot 35a)
"Cuando digas en tu corazón `estas naciones son muy numerosas
para mí, cómo voy a poder sacarlas' No les temas" (Devarim 7:17-18)
En otras palabras, solo cuando comprendas que si dejado a tus propias habilidades,
y sin la ayuda de Hashem, no podrás ganarle a las naciones, entonces no tienes
nada que temer. Pero si piensas que vas a poder expulsar a las naciones por tu propia fuerza,
ahí es cuando debes empezar a preocuparte, porque entonces seguramente Hashem no
proveerá la ayuda requerida.
(Ma'ase Hashem)
"No serán derrotados ante ellos, pues Hashem, tu Di-s, está
entre ustedes, un gran y asombroso Di-s" (Devarim 7:21)
Si una persona ama a su prójimo y le da respeto, en ningún modo
esto reduce su amor y respeto a Hashem. Sin embargo, si alguien les teme a meras personas
de la carne y sangre, esta es una señal segura de que su sentimiento de asombro a
Hashem es poco menos que perfecto. Si una persona es genuinamente `temerosa de Di-s',
entonces no le teme a ningún hombre.
(HaKtav V'HaKabalah en nombre de Maharil Margoliot z'l)
"Pues el hombre no vive de pan solamente, sino de todo lo que sale de la
boca de Hashem el hombre vive" (Devarim 8:3)
¿Cómo es posible que el alma, cuya esencia es espiritual, sea sostenida
por algo tan físico como la comida? La respuesta es que en realidad la totalidad
de la Creación existe solo como resultado del poder del pronunciamiento original
de Hashem al momento de la Creación (como está escrito en Bereshit "Por la palabra
de Hashem, los Cielos fueron creados").
Es este mismo poder de la palabra de Hashem envuelto en la comida la que nutre
al alma. Cuando un judío toma una manzana y hace una bendición sobre ella,
despierta el poder espiritual latente en la fruta desde el momento de la Creación,
y viene a ser alimento para el alma.
(Adaptado del Arizal)
"Lábrate
dos Tablas de piedra iguales a las primeras..." (Devarim 10:1)
Puede
ser que Michelángelo haya tenido más o menos idea de lo que es la
pintura, pero en lo que se refiere a la anatomía judía, le erró
de lejos...
Al
pintar a Moshé, le hizo cuernitos. La confusión de Michelángelo provenía
de una mala traducción de la palabra hebrea "keren", que, sí,
significa "cuerno", pero también significa "rayo de
luz". Muy probablemente, la palabra
corona, en el sentido de "aureola" provenga de la palabra hebrea
"keren".
¿Cómo
fue que Moshé recibió "cuernitos"? Después de que el pueblo judío oyó
los Diez Mandamientos en el Sinaí, Moshé subió a la montaña
el 7 de Sivan, para recibir el resto de la Torá. Descendió el 17
de Tamuz, y fue recibido por la triste imagen del becerro de oro. Moshé rompió
las dos Tablas de la Torá, arrojándolas al suelo.
Esas
primeras tablas fueron hechas por Hashem y fueron talladas por Hashem. En ellas
estaba comprendida toda la Torá: las guemarás, las agaditas, etc.
Todo lo que hacía falta para
llevar a cabo las instrucciones del Hacedor. Por ejemplo, las primeras tablas contenían
todos los detalles de cómo hacer tefilín: que tenían que
ser cajas negras perfectamente cuadradas hechas de cuero de un animal kasher...
Asimismo, en esas dos tablas Hashem inscribió todos los minúsculos
detalles de las leyes del Shabat. Pero cuando Di-s le dio a Moshé las
segundas tablas, ellas solo comprendían la Torá escrita. Las
instrucciones detalladas, vale decir, la Torá Oral, le fue dada en forma
verbal.
Después
de que Hashem le perdonó al pueblo judío su infidelidad con el Becerro
de Oro, Moshé subió a la montaña nuevamente, el primero de
Elul, para recibir las segundas tablas. Y descendió cuarenta días
mas tarde, en Yom Kipur. Cuando los Hijos de Israel vieron a Moshé, su
rostro resplandecía con una corona
radiante.
¿Por qué
el rostro de Moshé no brilló antes? El Midrash dice que cuando Moshé terminó
de escribir la Torá, un poco de la tinta que quedó de su pluma le
tocó el rostro, y de allí provenía todo el brillo. Sin
embargo, la Torá misma afirma que los rayos de luz provenían del hecho
de haber hablado con Hashem. Pero si Hashem habló con Hashem varias
veces con anterioridad, ¿por que recién ahora su rostro se volvió
luminoso?
Y... ¿cuál
era la verdadera causa del aura? ¿La
tinta de la pluma o el hecho de haber hablado con Hashem?
>Uno podría
pensar que la segunda entrega de la Torá fue un acontecimiento de segunda
clase. Después de todo, las primeras tablas fueron escritas por Hashem,
en una roca que fue tallada por Hashem, mientras que las segundas tablas eran
obra de un mortal, y únicamente lo que estaba escrito era de origen
Divino.
Daría
la impresión de que la primera entrega fue de un nivel superior, ¿no? Pero en realidad, es al revés. Cuando
Hashem dio por primera vez la Torá, el pueblo judío iba a ser la
vasija que contendría la Torá. Igual que el Arca Sagrada, contendríamos
a la Torá, pero no seriamos parte de la Torá, así como la
caja simplemente contiene lo que hay adentro, pero no es lo que hay adentro.
Pero
con las segundas Tablas, el pueblo judío se transformó en la Torá
misma.
Los
rayos que provenían de la tinta que quedaba en la pluma de Moshé
eran la Torá Oral. Todas las instrucciones verbales que originalmente habían
sido escritas en las primeras Tablas ahora habían sido grabadas en la
mente de Moshé. Todo lo que tiene la capacidad de ser entendido por una
mente humana fue escrito en la mente de Moshé. La tinta de la eternidad
de la pluma de Moshé era exactamente como que Hashem le hablara.
Así
fue como el pueblo judío se hizo socio de la Torá. Nos transformamos en el pergamino en el que escribió
Hashem, usando la tinta de la eternidad.
(Beit
ha Levi)
"Él os afligió y dejó que conocieseis el hambre,
y luego os alimentó el maná, que no conocíais" (Devarim 8:3)
Una de las características más típicas del hogar judío
es el encendido de las velas en honor al Shabat. El versículo antedicho es la fuente
de este concepto.
Es verdad que no resulta fácil ver la conexión entre el maná,
el alimento milagroso que comió el Pueblo Judío en el desierto y el encendido
de las velas del Shabat. Pero ¿cuál es la conexión?
El hombre es un animal relativo. Nuestra percepción opera en términos
de contraste. Sabemos lo que es el día porque al anochecer el cielo se oscurece y se ennegrece.
Si no hubiera noche, no solo que no tendríamos concepto de la noche, sino tampoco concepto
del día.
Las palabras delinean. Las palabras separan una cosa de otra. "Es esto,
no aquello". Si todas las partes del mundo
todo el tiempo estuviesen bañadas con la luz del sol, no sabríamos lo que
es el día, ni tampoco tendríamos palabras con que definirlo.
Cuando los Hijos de Israel estaban en el desierto, Di-s les proveyó un
alimento milagroso llamado "man". El man podía tener el sabor de
cualquier comida, pero de todos modos los Hijos de Israel se hartaron de él y
se quejaron ante Moshé, diciendo que no tenia ningún sabor. ¿Cómo es posible
que algo que podía tener cualquier sabor no tuviera sabor a nada?
Nuestra apreciación de la comida no es producto únicamente de las
papilas gustativas. La satisfacción de comer viene también de ver lo que estamos
comiendo. El Talmud nos enseña que el ciego no se satisface con lo que come porque
no puede experimentarlo visualmente. La presentación visual de la comida es un
arte en sí mismo y parte integrante de la satisfacción de comer.
En cierto sentido, la generación del desierto era como gente ciega, porque
aunque el maná podía tener cualquier gusto que se desease, visualmente no se modificaba.
Siempre tenía el aspecto del maná.
Gastronómicamente, la variedad era infinita. Visualmente,
era monótono. A través de esta idea podemos entender cómo es
que los Sabios deducen del versículo antedicho el concepto de las velas del
Shabat. El Shabat se le dio al Pueblo Judío como un deleite y un placer. Parte del
placer son las tres comidas que se comen durante el Shabat. Si comiésemos la
comida de noche, a oscuras, no experimentaríamos el goce máximo de la comida. Y
entonces habría un defecto en el Shabat. Por eso, a fin de poder disfrutar al
máximo de la comida, tenemos que ser capaces de verla, porque si no pudiésemos
ver la comida, sería como el maná de los Hijos de Israel en el desierto.
(El Jida en Maiana shel Torá)
Shabat Shalom.
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