Torá desde Jerusalem
Parashá Nóaj - Nóaj
Libro Bereshit / Génesis (6:9 a 11:32)
Comentario
sobre la Parashá
“Estas son las descendencias de Nóaj...” (Génesis 6:9).
“Estas son las descendencias de Nóaj... Nóaj hombre justo, correcto era en su
generación…” Con estas palabras
comienza la parashá de esta semana, donde surge un sinfín de preguntas con
respecto al comienzo.
¿Qué quiso señalarnos la Torá con la indicación de que Nóaj
era un hombre justo y correcto con respecto a los demás de su generación? Muchos de nosotros soñamos ver
desarrollado en nuestros hijos lo que no pudimos ser o lo que quisimos ser,
pero que no nos esforzamos para ello, y así es que nos comenta la Torá respecto
la descendencia de uno empieza por sí mismo. Nóaj pudo ser el padre de Sem, ¡porque primeramente fue él,
Nóaj, un hombre justo y correcto!.
Comenta Rabí Shlomó Ben Itzjak (Rashi) sobre la discusión
entre los Sabios con respecto a la mención “justo y recto en su generación”. Hay quien lo interpreta positivamente,
como si en una generación corrupta como la del diluvio, Nóaj consiguió mantenerse
justo y correcto hubiera sido mucho más en generaciones mejores como la de
Abraham, y hay quien lo interpreta contrariamente, como que en la generación
corrupta de Nóaj se le consideraba justo y correcto, y si hubiera vivido en una
generación como la de Abraham no hubiera sido considerado en absoluto. Tanto una versión como la otra acuerdan
en que Nóaj no llegó al nivel de Abraham, y la discusión se mantenía solamente
con respecto al valor de los hechos.
La importancia de la convivencia de la vecindad ya fue
recalcada por nuestros Sabios en diferentes oportunidades, así como nos dice la
Mishná en el Pirké Avot: Rabí Nehorai dice: “Exílate a un lugar de Torá y no
digas que ella ira tras de ti, y que tus compañeros de estudio la harán
perdurar en ti, y no confíes demasiado en tu raciocinio”. La era moderna ha hecho del mundo un
pañuelo, la movilidad de la gente se ha hecho algo natural y la decisión donde
vivir se toma con ligereza; al fin y al cabo más de uno sueña con estar toda su
vida en grandes e importantes hoteles, y en verdad cuando le preguntaron a uno
de nuestros Rabanim de la generación anterior ¿cómo puede vivir en una casa tan
pequeña, respondió que conoce sobre muchos potentados que habitan en casas más
pequeñas (hoteles). El vecindario
es un factor primordial para el ser humano como ente social; ya lo dice el
popular refrán “dime con quien andas y te diré quien eres”. Hoy no solamente es el vecino de afuera
a quien debemos de tomar en cuenta, sino a todos esos vecinos que habitan
dentro de la casa como el televisor o el video, y ni hablar de los sistemas de
cable o su pariente cercano ¡el Internet!. Cuánto se ha escrito sobre el efecto que hacen en general y
qué poca atención le damos a las advertencias. Ya dijo Yehoshúa Ben Perahya: “Fíjate un Rab, adquiere un
amigo...” o por el contrario como advierte Nitai Haarbeli: “Apártate del mal
vecino y no te juntes al malvado...”.
Cuando la sociedad se ha transformado ampliamente y los círculos íntimos
y familiares van desvaneciendo, tenemos que ser mucho más exigentes que nunca
en los consejos que dieron nuestros Sabios.
Shabat Shalom.
Rab Shlomó Wahnón
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