Torá desde Jerusalem
Parashá Toledot - Genealogía
Libro Bereshit / Génesis (25:19 a 28:9)
Enfoques
sobre la Parashá
“Y esta es la descendencia de Itzjak
el hijo de Abraham - Abraham habia engendrado a Itzjak” (Génesis 25:19)
Itzjak
siempre consideró que su único mérito fue que el era "el hijo de
Abraham", y Abraham pensó que su único mérito fue que "engendró a
Itzjak".
Este es el
camino de los tzadikim: ellos nunca se consideran meritorios, sino que su único
mérito es ser el hijo o el padre de un tzadik.
(Admor
Rabí Iejiel m'Alexander en Itore Torá)
“Y esta es la descendencia de Itzjak
el hijo de Abraham - Abraham habia engendrado a Itzjak” (Génesis 25:19)
Estas son
las primeras palabras de la parashá de esta semana. La parashá pasada termina: "...(Ishmael) sobre la faz
de todos sus hermanos él acampó".
La Torá
usa una palabra para "acampó" que también significa
"caer". La Torá nos
insinúa, mediante la yuxtaposición de estos dos versículos, que cuando Ishmael
"cae" en el capitulo final de la historia del mundo, va a brillar el
resplandor del Mashíaj, hijo de David...que es la "descendencia de Itzjak
el hijo de Abraham".
(Ba'al
Haturim)
“Yaacob fue un hombre simple” (Génesis
25:27)
Un hombre
necesita controlar y dominar su carácter, poner en práctica la cualidad
apropiada en la situación correcta.
Porque habrá veces que necesitará aplicar una "cualidad no tan
buena" para la razón correcta, como enseñan nuestros Sabios: "El que
es misericordioso cuando la situación requiere dureza, terminará siendo duro
cuando tenga que ser misericordioso" (Kohelet Rabbá cap.7). Es por eso que Yaacob es llamado un
hombre simple.
Hombre
implicando que el podía aplicar su simpleza cuando era apropiado, pero cuando
trataba con engaños el podía ser tan astuto e ingenioso como era de simple...
(Ha Rabe
Hakadosh m'Lublin en Mayaná Shel Torá)
“La voz es la voz de Yaacob, y las
manos son las manos de Esav" (Génesis 26:22)
La voz
pertenece a Yaacob y las manos a Esav.
La fuerza interna que emana del corazón es la voz y la fuerza
externa, la acción, son las manos.
Estas manos no se conforman con dominar al mundo sino que tienen que
estar constantemente subyugando a la voz.
Las manos
de Esav, se introducen con violencia dentro de las entrañas de Yaacob, manos
burdas sondeando en lo mas intimo del alma, construyendo ídolos en el Santuario
del alma judía. Las manos estrangulando a la voz. La voz de la oración vacía y sin
sentimiento... de una Mitzvá cumplida mecánicamente... son manos a la
obra. Y la voz se oye cada
vez más lejana. Pero a pesar de
todo, la voz es la voz de Yaacob, destinada a elevarse, destinada a santificar
y a purificar las manos.
Itzjak
pensó que era Esav quien estaba frente a él, pensó que Esav había adquirido la
voz de Yaacob, y que se había santificado y elevado. La verdad fue que desgraciadamente Esav no cambió, sino que
fue Yaacob quien estuvo frente a él, disfrazado de Esav. La voz de Yaacob penetró hasta
los confines más lejanos del mundo material.
(Adaptado
de Rabí Shlomo Y. Zevin L'Torah U'L'Moadin)
“Y estas son las generaciones de
Itzjak, hijo de Abraham, Abraham engendró a Itzjak” (Génesis 25:19)
Es verdad
que el ejemplo es un gran maestro.
Pero en la educación de nuestros hijos no debemos confiarnos
exclusivamente del buen ejemplo.
Es natural que los hijos quieran imitar las virtudes positivas de los
padres, pero no hay nada que reemplace el esfuerzo que debemos hacer para guiar
a nuestros hijos por el buen camino.
La Torá
nos dice que Abraham fue padre de Itzjak para dar énfasis al hecho de que Abraham trabajo incesantemente para
implantar en el corazón de su hijo el amor a Hashem y no solo predico con el
ejemplo.
(Adaptado
de Drash Moshé)
"Los hijos se agitaban dentro de
ella..." (Génesis 25:22)
Durante su
embarazo, cuando Ribká pasaba frente a la Yeshivá de Shem y Eber, Yaacob se
agitaba en su vientre y quería salir, y cuando pasaba frente a un templo de
idólatras era Esav quien empujaba para salir. Podemos entender por qué Esav quería salir del vientre de su
madre; ese es un lugar donde no hay idolatría, pero ¿por qué Yaacob también
empujaba? El Talmud nos dice en
Nidá 30, que durante el embarazo hay un ángel que enseña a los fetos Torá. ¿Por qué pues quería Yaacob dejar a tan
angélico maestro? La respuesta es
simple, puedes tener el mejor maestro del mundo, pero si tienes un mal
compañero de cuarto es mejor largarte.
(Rashi,
Mayaná Shel Torá)
“Con
pieles de cabras ella le cubrió los brazos y su cuello de piel suave” (Génesis
27:16)
Cuando
Yaacob apareció ante su padre ciego, Itzjak, y éste le tocó los brazos y las
manos, dijo: "La voz es la voz de Yaacob, pero las manos son las manos de
Esav".
¿Por qué
Yaacob no modificó también su tono de voz para que sonara como la voz de Esav?
En otras palabras, si Yaacob se tomó el trabajo de ocultar las diferencias
físicas que lo distinguían de Esav, ¿por qué no ocultó también la voz? A pesar de que todas las cosas se
decretan en el Cielo, el hombre tiene la obligación de esforzarse por sí mismo
(hishtadlut). Pero esto no significa que tenga que cambiar su personalidad por
completo.
La voz es
la esencia de Yaacob. Su sello
distintivo es la voz de la Torá, la voz de la plegaria. La voz define quién es Yaacob. Por eso no tuvo necesidad de cambiar su
esencia para engañar a Itzjak.
(Rabí
Yehoshúa Bertram)
“Y Yaacob
era un hombre simple” (Génesis 25:27)
El
individuo debe poder tener control y dominio de sus rasgos de carácter,
ejercitando el rasgo apropiado en la situación adecuada. Porque hay veces en que deber aplicar un "mal" rasgo de
carácter por una buena razón, tal como enseñan nuestros Sabios "todo el
que es compasivo cuando la situación exige dureza, al final se comportar con
dureza cuando tenga que tener compasión (Kohelet Rabá cap. 7).
Por eso a
Yaacob se lo llama "un hombre
simple": un hombre, lo cual implica que era capaz de dominar su carácter,
en vez de que su carácter lo dominara a el. Yaacob podía aplicar su simpleza
cuando hacía falta, pero cuando se trataba de engaños y trampas, podía ser
artero y astuto igual que era simple.
(Ha Rebe
ha Kadosh Mi Lublin en Mayaná Shel Torá)
“... Y Esav llegó del campo y estaba
exhausto” (Génesis 25:30)
Si hay
algo que puede desestabilizar a la persona, haciendo que se ponga irritable e
irracional es estar cansado. Todos
somos muy santos después de una buena siesta. Pero ¿qué pasa cuando el bebé nos despierta cinco veces a la
noche?
La esencia
del pueblo judío es que realizan el servicio de Hashem inclusive cuando están
exhaustos. Hasta cuando tienen
ojeras de tan cansados que están, no se rinden ni dicen: "Uy... qué
cansado que estoy...".
Pero
cuando Esav está cansado, enseguida vende su primogenitura, el manto de su
responsabilidad espiritual, sin pensarlo más.
Cuando el
pueblo judío es perseguido por Amalek (epitome de todo lo que se opone a Hashem
en este mundo), a pesar de estar "cansados y agotados", los judíos
luchan.
La batalla
no es un asunto de buen tiempo.
Cuando bajan las fuerzas y la cosa se pone dura, ahí es cuando los duros
hacen las cosas.
(Rabí
Moshé Carlebaj)
Shabat Shalom.
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