Capítulo Primero
Mishná 18
XVIII: Rabán Shimón ben
Gamliel dice: En virtud de tres principios el mundo perdura; por la justicia,
por la verdad y por la paz. Pues fue
dicho: “Verdad y juicio de paz instituyan en sus recintos” (Zacarías 8:16).
Comentario
En virtud de tres principios el mundo perdura.
A diferencia de Shimón Hatzadik que habló de los pilares sobre los que fue
construido el mundo, Rabán Shimón Ben Gamliel habla de la continuidad del
mundo; el mundo no fue creado para la justicia, la verdad y la paz ya que sin
ellos, los humanos unos a otros vivos nos comeríamos.
Justicia. Dijeron
nuestros Sabios sobre la primera frase de la Torá: “Bereshit bará Elokim et
Hashamayim...”. El Mundo fue creado en
la condición de Din (ley, justicia) y así repitió la Torá la expresión Elokim a
lo largo de los sietes días de la Creación.
Solamente tras completarla cambió la expresión y dijo la Torá: “BeYom
Ashó Hashem Elokim...” a lo que comentaron nuestros Sabios: Vio el Creador que
no se podía sostener el mundo en esa condición estricta de ley y justicia
divina, por lo que Hashem tuvo que cambiar a la razón de bondad. La verdad de la Creación está en la
severidad de la justicia. Solamente la
debilidad de la realidad forzó a implantar la bondad por encima de la
rigurosidad de la justicia Hashem Elokim.
Verdad. Hashem
Emet. Emet, verdad es el nombre de
Hashem, ese es su sello, en la verdad espiritual no existe lugar a la mentira,
solamente en este mundo material existe lugar para ello y así denominaron los
cabalistas este mundo: Olam Hasikrá (el mundo de la mentira).
Paz. La verdad
de la cosas se encuentra en su situación de paz, de estabilidad consigo
mismo. Hillel nos dijo: Sean de los
discípulos de Aarón, ¡Amen la paz y busquen la paz!. La paz no es suficiente con desearla y con amarla sino hay que
perseguirla, y el secreto para conseguirla nos la enseñó Hillel cuando nos
dijo, ama a la gente y acércala a la Torá, solamente se puede conseguir la paz
por medio del amor al prójimo, como dijo Rabi Akiva: Y amarás a tu prójimo como
a ti mismo; es una gran enseñanza de la Torá y por eso continuó Hillel y
enseñandonos que el amor al prójimo se consigue acercándole a la Torá.
Rab Shlomó Wahnón
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