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Pirke Avot
Capítulo Primero
Mishná 9





IX. Shimón ben Shétaj dice: Interroga extensamente a los testigos y sé prudente con tus palabras; no sea que a partir de ellas se les facilite mentir.

Comentario

Interroga extensamente a los testigos La responsabilidad del Dayán (juez) es tal que nuestros Sabios lo compararon con el Creador ya que el mundo sin justicia, paz y verdad no puede existir, como dijo Rabí Shimón Ben Gamliel sobre la base del párrafo en el profeta Zejaria 8:16: “Verdad y justicia de Paz juzguen en sus ciudades, la Verdad y la Paz son sinónimos del Creador, por lo que todo el que puede incentivarlas se convierte en socio de Él”.

Sé prudente con tus palabras. Aunque Shimón Ben Shétaj está hablando a los jueces el consejo de la prudencia en nuestras palabras es válido a todos los niveles; ya dijeron nuestros Sabios: “La vida y la muerte en manos de la lengua” o “los dientes son como las persianas delante de la desgracia”.  Con respecto a la creación del ser humano en el sexto día, dice la Torá: “... y fue el hombre alma viva”, a lo que traduce Ónkelos en arameo: “alma viva”- “vahava baadam leruah memalela”.  Y fue en la persona el espíritu hablador, él habla no como medio de comunicación, que lo encontramos en los animales, sino como capacidad mental de crear pensamientos.  Es la condición que define al ser humano, por lo que debe la persona preocuparse de su buen uso, pues en el nivel de su importancia está su responsabilidad.  El pensamiento hablado nos define como persona: “Y Benayahu Ben Yehoyada Ben Ish Jay” (hijo del vivo), a lo que pregunta el Talmud: Acaso ¿los demás no son hijos de vivos?, sino que viene a enseñarnos que, aún después de muerto se llamó vivo, pues hay muertos que están vivos y hay vivos que están muertos.  Hay muertos que están vivos, esos son los justos que sus enseñanzas y ejemplos de vida están vivos por generaciones y siguen enseñando, y hay vivos que están muertos, todos aquellos que pasaron por este mundo y no dejaron ninguna enseñanza o hecho para aprender.

No sea que a partir de ellas se les facilite mentir. La persona es criticada no solamente por lo que hizo sino por lo que pudo evitar y no hizo.  Dijeron Nuestros Sabios: “Gadol Hamease Mi Haose”, “Más valor tiene el que hace hacer, que el que lo hace”.  De la misma forma que el que incentiva a hacer un buen hecho tiene más valor, mismo que el que lo hace, asimismo el que hace equivocar al prójimo, su culpabilidad es mayor, mismo que el que lo hace.  Así dijeron nuestros Sabios: El que equivoca al publico y lo conduce por un mal camino, no tiene lugar en el otro mundo como Yehorán Ben Nabat, que se equivocó y equivocó a los demás.  El juez que indica el error del juzgado diciendo, si por lo menos dijera tal y cual... dándole a entender que con cierta ponencia vertería la justicia, aún que no sea cierta, no solamente que se hizo socio de la mentira sino que fue el causante de la misma.

Rab Shlomó Wahnón