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Torá desde Jerusalem



Parashá Tazría - Concibiere
Libro Vayikrá / Levítico (12:1 a 13:59)

Resumen de la Parashá


El Eterno se dirigió a Moshé, indicando las leyes referidas a la mujer parturienta, quien al dar a luz un hijo varón, será impura durante siete días y durante treinta y tres días se purificará.  En el octavo día se circuncidará al recién nacido.  Si diere a luz una niña, será impura dos semanas y se purificará durante sesenta y seis días.  En ambos casos de nacimiento, la mujer, una vez purificada, deberá dar ofrenda de expiación ante el Cohén en el Tabernáculo, consistente en un cordero y, si no fuere posible, presentará dos tórtolas o dos pichones de paloma.

Si una persona contraía la enfermedad de tzaráat (padecimiento comparable a la lepra) debía ser traído frente al Cohén Gadol o uno de sus hijos, quien debía examinar al enfermo y sería declarado impuro.  Tenía prohibido entrar al Santuario.  Se lo aislaba durante siete días y luego se lo volvía a examinar. Si aun mantenía la afección, debía continuar aislado durante otros siete días y luego, si la mancha no se extendía, se lo consideraría puro. 

Las leyes relacionadas con la tzaráat se extienden en diversas condiciones dadas por el Todopoderoso.  Incluso si la ropa hubiera tenido mancha de lepra, también debía ser presentada ante el Cohén y se mantenía aislada esa prenda durante siete días.  Luego debía ser examinada nuevamente por el Cohén y si la mancha se hubiera extendido, sería impura.  Debía quemarse la ropa.  En caso de no haberse extendido la mancha, sería lavada la mancha y separada la ropa durante otros siete días.  Al cabo de ese tiempo, el Cohén veía si la mancha no cambió de color, determinando que sea quemada la prenda.