



Shavuot
Shavuot, literalmente "semanas" en hebreo, se
celebra en el quincuagésimo día luego de Sefirat haOmer (la cuenta del Omer)
iniciada a partir del segundo día de Pésaj.
Tras la liberación de Egipto, el Pueblo de Israel debió
pasar por un gradual periodo de purificación y progreso espiritual antes de
recibir la Ley Divina, de modo que contó con ansiedad los días que faltaban
hasta arribar al evento más trascendente de su historia y de la humanidad: la
Revelación de Di-s en Sinai con la Entrega de la Torá, principio y objetivo de
la Redención.
Tres meses transito el Pueblo Judío por el desierto luego de
salir de Egipto, hasta llegar al gran desierto de Sinai, donde acampo en un
máximo grado de unión y concordia, tal como lo describe Rashi, el gran exegeta
de la Torá: "Como un solo hombre con un solo corazón".
Y fue así que en el día 6 de Siván la Presencia Divina
descendió y se revelo sobre el Monte Sinai, en medio de portentosos
milagros, entregando los Diez Mandamientos.
Nuestra visión moderna debe rescatar totalmente los
valores que representan el núcleo de la Ley Judía, cuya entrega festejamos en
Shavuot, y viabilizarlos. El día de descanso, el pago justo, la igualdad ante
la Ley, la independencia de la justicia de la voluntad de los poderes de turno,
la denuncia de los abusos, la corrupción y los falsos testimonios, la
eliminación de todo tipo de esclavitud, la lucha contra la idolatría en todas
sus formas por más inocua que pueda aparentar ser, para nombrar sólo algunos de
los valores dados en Shavuot, siguen siendo, con la misma fuerza y compromiso
que en nuestra historia, los objetivos que pretendemos lograr para realizarnos
como judíos y como seres humanos.
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