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"Diez
medidas de belleza (Tratado Kidushín 49) Después de haber celebrado 3000 años desde que el Rey David proclamó a la ciudad como la capital eterna del Pueblo Judío, Jerusalem es un único contraste de lo antiguo con lo moderno, de lo secular con lo sagrado, de la fusión de civilizaciones y culturas, donde se puede disfrutar de un paisaje que te transportará al pasado y te hará conocer la historia de esta ciudad de oro que vio al Pueblo Judío nacer y crecer.
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