En esta parashá, primera del libro Bamidbar, habiendo transcurrido
trece meses desde la salida de Egipto, el Eterno ordena a Moshé y a Aharón
realizar un censo de toda la congregación de Israel, tomando en consideración a
los varones mayores de veinte y hasta sesenta años. Eran todos los aptos para cumplir sus obligaciones con el
ejército.
De acuerdo con este censo, la cifra de varones para cumplir el
servicio del ejército, era de seiscientos mil quinientos cincuenta
hombres. Fueron censadas las
tribus de Reubén, Shimeón, Gad, Yehudá, Issajar, Zebulún, Iosef (por sus hijos
Efraim y Menashé), Binyamín, Dan, Aser y Neftalí. La tribu de Leví fue excluida del censo ya que su misión era
cumplir funciones en el Mishkán.
El Todopoderoso indicó cómo debía ubicarse físicamente cada tribu,
respecto al Mishkán. Así al
oriente del Santuario, debían acampar las tribus de Yehudá, Issajar y Zebulún. Hacia el sur debían acampar las tribus
de Reubén, Shimeón y Gad. Hacia el
occidente, las tribus de Efraim, Menashé y Biniamín. Hacia el norte las tribus de Dan, Aser y Neftalí. El campamento tenía forma de
cuadrilátero y el Mishkán en el centro.
Posteriormente, El Eterno ordenó a Moshé censar a los primogénitos los
que luego fueron sustituidos por los levitas y también detalló las obligaciones
de los hijos de Kehat (de la tribu de Leví) para el Santuario.
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