Después de ocho días desde la iniciación de los rituales para ungir a
Aharón y sus hijos como sacerdotes, asumieron sus cargos. Toda la congregación estuvo frente al
altar, mientras Aharón ofrecía sacrificios por sí mismo y por todo el Pueblo de
Israel. Luego Aharón alzó sus
manos hacia el pueblo y los bendijo.
Posteriormente, Moshé y Aharón entraron al Mishkán y los restos de
sacrificios que aún había, fueron consumidos por un fuego Divino. Ante este hecho, el Pueblo se
arrodilló, en actitud de adoración al Eterno.
Dos hijos de Aharón, Nadav y Avihú, tomaron inciensos nunca indicados
por el Eterno para su uso, y los encendieron en el Santuario, presentando ante
el Creador un fuego extraño. Fue
entonces, que apareció un gran fuego que les produjo la muerte. Sus cuerpos fueron retirados por
Mishael y Eltzafán, hijos de Uziel, tío de Aharón, y llevados fuera del
campamento. Este hecho conmovió a
Aharón, pero Moshé le explicó que los Cohanim tenían la responsabilidad de
salvaguardar el nivel de santidad que Hashem requirió. Aharón y sus dos hijos restantes,
Elazar e Itamar fueron instruidos por Moshé de no exteriorizar aflicción,
siendo sumisos a la voluntad del Eterno.
El Todopoderoso le dijo a Aharón, que los Cohanim no debían beber vino
o licor antes de entrar al Tabernáculo, para cumplir con sus deberes en el
Mishkán o al instruir al Pueblo.
El Eterno ordenó a Moshé y a Aharón para que instruyeran al Pueblo
sobre su alimentación.
Podían comer carne de animales, pero debían observar que no fueran
impuros, no kasher.
Solamente se puede ingerir carne de animales cuadrúpedos que tuvieran
pezuñas partidas y rumiantes. Por
lo tanto quedó prohibido comer carne de camellos, conejos, liebres y
cerdos.
De los animales que viven en el agua, sólo aquellos que tienen aletas
y escamas. Todos los demás
quedaron prohibidos para consumir, como ser los moluscos.
De las aves, fueron prohibidas las de rapiña, como el águila, buitre,
etc. También son impuros los
insectos y otros seres que se arrastran, como ratón, comadreja, lagarto,
caracol, reptiles, etc.
La pureza y la santidad son bases en la vida de los judíos.
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