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Torá desde Jerusalem
Séfer Tzedá LaDérej 211a. Ven y mira la dura cerviz del instinto del mal. Pues nos previno el Todopoderoso por medio de sus profetas, sabios y temerosos, y no aceptamos sus palabras, como quien acepta una prescripción médica por su enfermedad en la cual se lo prive de determinada cosa. ¿Acaso no ves la gran diferencia entre ellos? Pues el doctor cura y previene al cuerpo, el cual su fin será polvo, gusanos y lombrices, mas el profeta cura, se ocupa del alma que permanece y si llegases a tener el mérito, tendrás provecho del resplandor de la Presencia Divina hasta la eternidad. ¿Acaso no entenderá el que es apreciado por las personas que se fueron reemplazando, cómo construyeron, pararon, masillaron, pintaron y levantaron sus casas, mas el Eterno hizo que sus enemigos posesionaran sus tierras, sus adquisiciones, sus riquezas y sus propiedades? ¿Acaso no ves cómo reunieron lo que no comieron, y construyeron lo que no habitaron, y desearon lo que no alcanzaron? Construyó un palacio con su cúspide en el cielo, y su lugar especial para él en enormes abismos, los cuales fueron su sepultura. ¿Acaso hay en el mundo tontería mayor a ésta, de hacer una residencia fija en un lugar desde donde habrá de viajar, y al cual nunca más regresará, y a la vez destruír el mundo donde habrá de permanecer por siempre? Y si en pos del amor al honor y al poder, habrá de
perder su mundo venidero, ¿acaso no puedes observar a los reyes
y sus lugartenientes que pasaron, a los cuales sirvieron y los honraron
gente importante, de los cuales no hay recuerdo, ni de sus siervos, ni
de los que los honraban y los engrandecían? Acaso ¿hay recuerdo
del hombre, a excepción de los buenos y los generosos, y los que
sirven a Di-s, que son alabados por el bien de sus actos, o también
desprecian a los malos por el propósito de la maldad, y por el
mal de sus actos?, para hacer que se cumpla lo que está dicho:
"El recuerdo del justo es para bendición" (Proverbios
10:7). Lunes Séfer Tzeda La'Dérej, 211b. ¿Quién rezará o ayunará o conciliará ante tu Creador por tus pecados después de tu muerte? La muerte te persigue y va sobre tus pasos todos los días e instantes. Tu cama será el sepulcro y el polvo, y los gusanos serán tus amigos, sirvientes y tu compañía. Y he aquí que los muertos en el pórtico de la ciudad aguardan tu llegada. Ellos no se irán de ahí hasta que llegues a ellos. ¿Acaso no sabes que ellos quisieran regresar para completar lo que dejaron pendiente? ¿Y cómo te avergüenzas ante las criaturas, y no ante tu Creador? Si eres amigo fiel de ti mismo, prepárate durante tus días cortos para los largos, y para ir del lugar de la perdición y pasajero, hacia el lugar que permanecerá y quedará, y desde el lugar de duelo y tristeza, para llegar al de la alegría y el placer, y para salir de la esclavitud a la libertad, saldrás antes de lo que sale un condenado a muerte. El Eterno quitará el velo de ceguera de nuestros rostros,
para iluminarnos con la luz de vida y realizar siempre Su voluntad igualándola
a la nuestra; Amén. Así sea Su Voluntad. Martes Séfer Tzeidá La'Dérej, página 212. Debes saber que recordando los dichos y las acciones de los piadosos, podrás razonar y retornar a tu Creador. Un piadoso dijo: ¿Quién nos salvará de Tu castigo? ¿De que cuerda me agarraré si quitas Tu misericordia de mí? Y en el día que dirás a los beneméritos: "Venid" y a los pecadores: "Apartaros de Mí". No sé en que grupo estaré. Desdichado yo, porque mientras más años vivo más peco. Y como extendieron mi vida, así extendieron mi transgresión. ¿Cuáles confesaré? ¿Por cuáles rogaré? Debes saber que el objetivo del servicio al Eterno no es comer pan de cebada, beber vinagre, vestir lana y pelo. Sino la finalidad es que te sientas contento como Él lo desea. Y que hagas reinar la razón sobre ti, pues esto te orientará hacia donde debes ir, y Él gobernará para siempre. De manera que el instinto del mal y sus poderes sean Sus servidores, trabajando al servicio del Creador, Quien beneficia a todas Sus criaturas, Bendito Es. Y serás de los que dominan su espíritu, como está dicho: "Es preferible el tolerante al fuerte, y quien gobierna a su espíritu al que conquista una ciudad" (Proverbios 16:32). Cuídate siempre de los aduladores, que cada vez pecan más porque se saben débiles y por quienes se estremecen los mismos pilares de la casa, buscan recompensa pero son como serpientes venenosas. Sus palabras parecen más dulces que la miel que cae de los panales y en realidad su pan es la pelea y su torta, brasas encendidas. Sus hijos son la simiente de los adúlteros. Saladas hojas de arbusto cosechadas por brujos y hechiceros. Pero quienes temen al Eterno correrán para estar
en el Bet Midrash, en la noche, en la mañana y en la tarde. Y elevarán
a Él sus manos. Y que todas tus acciones sean por amor a Él. Miércoles Séfer Tzedá La'Dérej, página 212. Debido a que la sumisión y el alejarse del orgullo llevan a la persona a consagrar todas sus acciones al Eterno; definiendo la sumisión, consiste en la humildad del alma y su sometimiento, considerándola poco valiosa. Esta es una de las cualidades positivas del alma bondadosa, las cuales se reflejan externamente: hablar suavemente, en voz baja, controlar su instinto en el momento del enojo y minimizar la venganza, aunque podamos hacerla. La sumisión principal y su fundamento es hacia el Creador. La persona debe obrar siempre humildemente. Nuestro lenguaje tiene varias definiciones para el sumiso: humilde, desvalorado por sí mismo, discreto, modesto, oprimido, pobre de espíritu, espíritu deprimido, contrito, blando de corazón y golpeado de espíritu. Al hombre le sobrevienen situaciones que lo obligan a someterse
al Eterno; una posibilidad es cuando se debilita, a causa de enfermedades
o de mal humor o es de constitución débil, entonces se somete
al Creador que cura gratuitamente y lo hace recuperar y lo cura. La segunda,
cuando una persona sufre la pérdida de un familiar o amigo íntimo,
o pierde su fortuna, o le ocurre algo similar, necesitando ayuda del prójimo,
entonces se someterá al Eterno, le clamará y Él lo
escuchará. La tercera cuando piensa cuánto le debe al Creador
por sus bondades para con Él, y aún así se conduce
con rebeldía contra Él; se someterá y temerá
de Su castigo, se arrepentirá y será sanado, como está
escrito sobre Ajav: "¿Ves como se humilla Ajav?" (Reyes
I, 21:29). Jueves Séfer Tiferet Ha-Kodesh 3b. El presumido irá al infierno, como dice el versículo: "El perverso presumido, burlón es su nombre, oprime con su ira perversa" (Proverbios 21:24). Y la ira no se refiere sino al infierno, como está escrito: "Ese será un día de ira" (Sefania 1:15). Todo quien posee vanidad es considerado un idólatra, porque está escrito: "Abominación para el Eterno es, todo quien se enseñoree en su corazón" (Proverbios 16:5) también nos dice el versículo: "Y no traerás abominaciones a tu casa" (Deuteronomio 7:26). Todo quien posee vanidad es como quien comete uniones prohibidas, y está escrito en nuestro tema: "Abominación para el Eterno es, todo quien se enseñoree en su corazón" (Proverbios 16:5). Y está escrito en ese tema: "Porque todas las abominaciones hicieron" (Levítico 18:27). El vanidoso se compara con quien construye un altar prohibido, como dice: "Evitad al hombre, que aliento tiene en su nariz, ¿en qué (bamé) es considerado?" (Isaías 2:22) no la leas bamé (en que), sino bamé (altar). Todo quien posee vanidad será disminuído, como cita el versículo: "Se enaltecerán por un tiempo corto y luego desaparecerán" (Job 24:24). El orgulloso merece ser exterminado como un Asherá (árbol idolatrado). Está escrito en nuestro tema: "Y los altos de estatura serán cortados" (Isaías 10:33). Y está dicho : "Talaréis sus árboles de idolatría" (Deuteronomio 7:5). Los restos del vanidoso no se levantarán en la Resurrección de los Muertos, como dice: "Despertad y cantad, vosotros que moráis en el polvo" (Isaías 26:19). No dice "que están acostados en el polvo", sino "que moráis en el polvo", todo aquel que durante su vida es vecino del polvo. Todo quien posee orgullo, la Presencia Divina se lamenta de él, siendo que dice el versículo: "Al altivo de lejos se lo reconoce ..." (Salmos 34:6). "Desde lejos" nos expresa que antes que le ocurran desgracias, la Divina Presencia se lamenta por él. El Eterno dice: "El orgulloso y Yo no podemos vivir juntos en el mundo". Pues dice: "Quien calumnia secretamente a su compañero, Yo lo destruiré. Al que es arrogante de ojos y arrogante de corazón no le toleraré" (ibíd 101:5) no lo dejaré, no se debe leer otó (él), sino itó (estar con él). Quien se vanagloria aunque sea profeta, su profecía se aparta de él. Como vemos en el caso de Débora ..., si es sabio, perderá su sabiduría. Como vemos en Hilel, quien dijo: "¿Qué
hizo que yo viniera de Babilonia para ser vuestro gobernante? Vuestra
pereza. Porque no sirvieron a los grandes Sabios de su generación"
(Tratado de Pesajim 66a). Todo quien se vanagloria, sus plegarias
no son recibidas, porque son recibidas únicamente si la persona
se considera blanda como la carne, como está dicho: "Y acontecerá
que de un mes a otro ... toda carne vendrá a reverenciarme ..."
(Isaías 66:23). Viernes Séfer Tiferet Ha-Kodesh, 9b. Quien se santifica durante los seis días de la semana facilmente recibirá la luz sagrada de Shabat. Pues la santidad de Shabat proviene de un nivel muy alto, la luz de emanación, que es imposible de alcanzar mientras el hombre está envuelto en la rutina diaria realizando los treinta y nueve trabajos prohibidos en Shabat. Esto se compara con una prenda que se mancha con aceite o algo similar. Si no se lava y desmancha adecuadamente, no absorberá debidamente los colores. También se compara con la persona que está en la oscuridad y recibe todo el resplandor de la luz del sol, se cegará sin beneficiarse de su dulzura. Igualmente, quien recibe la luz del Shabat con el alma sucia de las manchas de sus pecados, la luz del alma no tiene poder sobre él porque no tiene un recipiente. En Tikunim está escrito: "Y realizarán el Shabat por todas las generaciones (Éxodo 31:16), quien tenga mérito y haga una hermosa morada en su corazón, hermosos utensilios en sus miembros y una bella esposa en su alma, reposará sobre él la Presencia Divina suprema, que esta es la fuente del alma de todos los seres vivos". "Una hermosa morada en su corazón" significa pureza de pensamiento durante los días de la semana. "Como una bella esposa en su alma" significa que durante los seis días de la semana no debe mellar el alma. Así merecerá que el alma adicional proveniente de la Presencia Suprema se pose sobre él durante el Shabat. El pensamiento perfecto se obtiene estudiando la Torá y recitando las plegarias con fervor. Pues el alma pertenece al mundo del pensamiento y la persona lo perfecciona, adorna y embellece a traves de sus pensamientos. Lo que dice el versículo: "trabajarás" (ibíd. 20:9) quiere decir que serás como un sirviente que sirve a su amo mediante la oración, llamado servicio, y por todo tipo de servicios que son los mandamientos. Entonces, "El séptimo día, es Shabat consagrado al Eterno" (ibíd. 20:10). Así se le facilitará tener pensamientos puros cuando llegue el Shabat. Además, la conducta sagrada del Shabat le dará fuerzas para continuar el resto de la semana. Volver a Torá desde Jerusalem |
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