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Torá desde Jerusalem
Ética Vayéshev

Domingo Lunes Martes
Miercoles Jueves Viernes

Domingo

Tzedá laDérej, 207b

Confianza significa confiar plenamente en el Eterno.  Beneficia a la persona en el estudio de la Torá y en sus asuntos terrenales, es alivio para el alma y alegría para el cuerpo. 

Deberá cuidarse de no confiar en más nadie que en el Eterno, porque Él quitará Su providencia y lo entregará al azar.  Se sentirá agobiado, y muchos problemas y males le sobrevendrán, porque Él lo dejará en las manos de quien confía.  Si confía en su sabiduría, un pequeño cambio en su organismo, como se conoce en el campo médico, lo volverá tonto y estúpido.  Si confía en su fuerza, el hombre puede enfermarse y debilitarse, y una sola semilla de mostaza que entre en uno de sus pies lo puede dejar solitario y enmudecido.  Si confía en su riqueza, ésta puede volar: “Pon tus ojos en ellas y ya no estarán” (Proverbios 23:5).  Y a veces se cumple...: “Las riquezas que guarda su dueño son para su perjuicio” (Eclesiastés 5:12). 

Pero quien confía en Él, Bendito Sea, no temerá a nada ni se preocupará de nada que no sea Su palabra. No servirá a nadie más que a Él. No deseará ni esperará nada de nadie, excepto de Él.  No adulará a ningún ser humano ni coincidirá con nadie en algo que no esté relacionado con el servicio al Creador.  No le asustarán los temores ajenos ni le impresionarán sus sobresaltos y no lo amedrentarán sus pleitos.  Si los reprende, no temerá los insultos ni las maldiciones de la gente.  Si debe denunciarlos, no sentirá vergüenza ante ellos ni encubrirá sus falsedades. 

Quien confía totalmente en el Eterno, le llevará su seguridad a evacuar de su corazón las vanidades y las vicisitudes del mundo, y orientará su corazón en la Torá y en su servicio al Eterno.


Lunes

Séfer Hajaredim, 67b

Alguien que se dispone a hospedar al rey en su casa, ¡cuánto se ha de esmerar para limpiarla y adecentarla!.  Siendo que los corazones de los Hijos de Israel son Su morada, Bendito Sea, sería apropiado limpiarlos de todo tipo de polvo y arena, imaginaciones pecaminosas y pensamientos vanos y rociarlos con agua pura de rosas, o sea, las lágrimas de sus ojos.  Además, esforzarse en lavarlos como se lavan los suelos en honor de reyes e impedir que un pie ajeno, maculado y sucio, el del mal instinto, penetre. 

Así aparece en el Zóhar: “Este es el significado del versículo «Que tu pie pise poco la casa de tu prójimo» (Proverbios 25:17).  “Tu pie”, se refiere al impulso del mal que anda rondando por la tierra, o sea, espiando al hombre que es terrenal, tramando apresarlo. “Tu prójimo”, es el Santo, Bendito Sea, como versa: “No abandone a tu amigo ni al amigo de tu padre” (ibíd. 27:10).  Expresa compañerismo, ya que Él no se aparta de ti, como fiel compañero y amigo eterno.  Además se conduce con humildad hacia ti, ya que dondequiera que se menciona la grandeza de Omnipotente, también hallamos Su humildad.  “Y entre los Sabios de la tierra... no existe nadie como Tú” (Jeremías 10:7).  Pero entre los Sabios de Israel, son muchos los que se crecen para imitar Sus acciones, como está escrito en el Zóhar.  Adicionalmente, “Tu prójimo”, expresa complacencia y hermandad, que siente un gran amor por ti. 

Por lo tanto, tampoco tú Lo abandones.  Frena y mantén alejado el pie del enemigo que te acecha y desea para sí tu alma.  Y “la casa de tu prójimo”, se refiere a tu corazón y tu alma.


Martes

Séfer Hajaredim, 66b

Al igual como la persona debe esforzarse por fijar su residencia en Eretz-Israel, también, y con mayor razón, debe esforzarse en pasar la mayor parte del día y de la noche en la sinagoga y en la Sala de Estudios. 

Quien así lo haga encontrará tranquilidad, paz y alegría.  Como dijeron nuestros Sabios: Las Sinagogas y las Casas de Estudio son el paraíso para los justos y una prisión para los inicuos.  El hijo tiene el deber de servir a sus progenitores comidas deliciosas para que disfruten.  Más aún para nuestro Padre Celestial; debemos fijarnos en la Torá que nos enseñó, y cumplir con cariño todo lo que quiere y desea.  Él ansía que sus criaturas se levanten a medianoche para aislarse y apegarse a Él. 

Enderecemos nuestras cinturas para hacer esto y sentiremos paz en nuestras almas y una inmensa felicidad.  Igual debe suceder con el mandamiento de dar caridad o cualquier otro precepto, que se cumpla con mucha alegría, mayor que la pueda sentir en el Gan-Edén. ¿Para qué tenemos tiempo sino para hacer Su voluntad?  Feliz es aquél que dedica todo su amor y energía para agradarLo.  Ten presente, hijo de hombre, que cada día que llega te trae una nueva prueba.  Por eso dijeron nuestros Maestros, de bendita memoria: “El Instinto del Mal  de la persona se renueva todos los días”.  Por lo tanto, desde que comienza el día, madruga y acaba tus noches en la casa del Rey, y ruégale que Te ayude a pasar tus sofocantes pruebas, y que no Lo enfurezcas; entra en paz y sal en paz.  

Similarmente, al comenzar la semana, como dice la Havdalá: “Permite que los próximos días de la semana vengan con paz y libres de todo pecado y de toda trasgresión...”.  Igualmente, al comienzo de cada mes y al principio de cada año.  Al respecto está dicho: “Afortunado el hombre que teme siempre” (Proverbios 28.14) .


Miércoles

Séfer Hajaredim, 67a

Aunque la persona debe apresurarse para sacar de sus entrañas una simiente para servir a su amo, más aún debe esforzarse en ser él un retoño fiel, agradable a ojos del Eterno a través de sus buenos actos.  Sólo entonces querrá el dueño del jardín sacar otros retoños como él y que salgan de él. 

Al respecto dijeron: La mayor herencia de los justos son sus buenas acciones.  Como está escrito: “Esta es la genealogía de Nóaj.  Nóaj fue un hombre justo...” (Génesis 6:9).   Después está dicho: “Y a Nóaj le nacieron...” (ibíd. 10:1).  Si quieres ser un hombre bueno y justo, soporte de la base que dañaste, debes decir siempre: “También esto es para bien”.  Además debe juzgar con benevolencia, hablar bien, y callar para no hablar mal en absoluto.  

Si, Di-s no lo quiera, hubiese destruido semen de sus partes pudendas, que no siga destruyendoa Israel a través de la lengua con maldiciones, Di-s no lo permita.  Por el contrario, debe bendecirlos, defenderlos y perdonarlos.  También procurará enseñar con misericordia a los hijos del Pueblo de Israel, Torá y temor a Di-s.  Siendo que las almas de todo Israel son un solo cuerpo, como ya se dijo: “Setenta alma(s)” (Éxodo 1:5), cuando el hombre endereza su alma, hace huella en todo Israel y por él alcanzarán la rectitud y será exaltada la simiente del pueblo.  Similarmente, cuando su alma peca, deja huella en todo Israel. 

Por tanto, haz despertar a tu alma con gran empeño hasta conseguir volver en Teshuvá e intenta, con todas tus ganas, que tu pueblo siga tu misma suerte.  Así dice el profeta: “Retorna Israel” (Oseas 14:2), en singular, y seguidamente: “Tomen palabras con ustedes y  retornen” (ibíd. 14:3) , enplural.  Al final está escrito: “Y Mi Ira se apartará de él(singular)” (ibíd. 14:5).  Sobre esto dijeron nuestros Sabios, de bendita memoria: Aunque sólo sea uno el que retorne, se apartará la Ira del Todopoderoso de todos ellos.  Y esto se debe a lo que ya dijimos, porque él, con su actuación, ocasiona que los demás reflexionen sobre el arrepentimiento.  

Quizás sea este el sentido de este versículo: “Enseñaré Tus caminos a los pecadores y ellos retornarán hacia Ti” (Salmos 51:15) Incluye en sus méritos a todos los demás.


Jueves

Séfer Hajaredim, 67b

Puesto que la luz del rostro del Rey Viviente descansa sobre tu cabeza, guarda silencio por temor a Él.   Cuando hables, habla con Él, El que escucha, oirá, así te mantendrás constantemente apegado a Él, Bendito Sea.  

Siente vergüenza siempre ante Él, en pensamiento, palabra y hechos.  Saldrás, entrarás, te acostarás, dormirás y te despertarás de acuerdo a Su voluntad.   Conduce todos tus actos en Nombre del Eterno.  Considera todas las ocupaciones mundanas como si estuvieses palpando arena y cuando halles una perla, tómala; así se cumple la Voluntad del Eterno. 

Así se expresó el poeta: ¿Para qué... tengo tiempo si no para hacer Tu voluntad?  ¿Si Tú no eres mi parte, entonces qué?  Que no consideren tus ojos el honor o el deshonor, la riqueza o la pobreza, algo importante.  Cuando halles la perla, te regocijarás, pues esto es lo que se desea y lo que hay que cumplir.  Que sean para ti tus 248 órganos y 365 tendones como una Congregación y el corazón y la lengua como el Oficiante de ésta.  En voz alta, para que todos escuchen, bendecirás y orarás, tal como dijeron: Su oído escuchará lo que dice, pero no la oración silenciosa de otros. ¿Cómo puedes enfurecerte, y en tu rabia, sacar tu preciosa alma y depositar en su lugar un espíritu maligno?  Eres como alguien que en su rabia, clava un cuchillo en su propio corazón, y provocar que otra persona palidezca de vergüenza, es como derramar sangre.  

El pesar por haber perdido mil monedas anula el pesar de perder un trozo pequeño de plata.  Cuanto más, el pesar por no haber cumplido con el Servicio Divino anula el pesar por la pérdida de dinero u otro sufrimiento.  El esfuerzo que uno emplea para servir al Eterno es conceptuado como los sufrimientos que Di-s envía a las personas que ama. 

Quien mucho se preocupa por su dinero y por su honor, demuestra más amor por estos que por el Eterno, Di-s no lo permita.  Por lo tanto, avergüénzate y retrocede, aíslate y llora ante tu Di-s, cuando veas que te has enfurecido o disgustado por asuntos de dinero o el menosprecio de tu honor.


Viernes

Séfer Hajaredim, 67b

Está escrito: "Hacia Tí alcé mis ojos" (Salmos 123:1), y dice: "A Tí, Oh Eterno, elevo mi alma" (ibíd. 25:1).   Y está escrito: "Elevemos nuestros corazones junto con las manos" (Lamentaciones 3:41).  La ganancia del dinero se la atribuye a las manos, tal como está dicho: "Cuando del trabajo de tis manos comieres" (Salmo 128:2). 

Por lo tanto, hijo de hombre, extiende tus manos al Eterno, mientras tus ojos miran hacia Él, y tu alma, tu corazó, y tus bienes deposita en tus manos, como quien ofrece un presente a su Rey. 

¿Haz visto alguna vez un hijo tan malvado, que mientras su padre lo lleva sobre sus hombros, al cruzarse con otras personas les pregunta habéis visto a mi padre?   He aquí que el Creador de Todo el Universo soporta el mundo.  Y tú, hijo de hombre ¿qué relació tienes con el mundo?  No te asombres cuando veas que nadie podrá beneficiarte ni perjudicarte, sólo dependes de la Voluntad de tu Creador, el que te lleva a cuestas.  Recuérdalo, nunca lo apartes de tus pensamientos. 

Principalmente, la Presencia Divina mora en los corazones de los hijos de Israel, como está dicho: "Y Yo moraré en medio de ellos" (Éxodo 25:8).  De igual manera, Rabí Shimón Bar Yojai explicó en el versículo: "Pues el Eterno tu Di-s camina dentro de tu campamento" (Deuteronomio 23:15).  "Dentro", se refiere al corazón, que se encuentra en el centro de "tu campamento", esto es, los doscientos cuarenta y ocho órganos de tu cuerpo.  El versículo finaliza: "...que no se vea en ti nada indecente para que Él no se aleje"(ibíd.).  

Por lo tanto, cuando la persona no consagra sus órganos, incluso en las cosas que les son permitidas, en pensamientos, palabras y hechos, eventualmente está destruyendo el Santuario de su corazón.  Y pobre de aquel que destruye diariamente el Santuario del Rey.

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