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Rambam - Halajot



Selección de Leyes



Rambam. Leyes de las Bases de la Torá. Capítulo 1,1

(1) El hombre primero debe estudiar Torá y después casarse. Si se casa primero no tendrá la mente libre para el estudio. Pero si su necesidad física inquieta su paz espiritual, debe casarse y después estudiar Torá.

(2) ¿A partir de qué edad está obligado el padre a enseñar Torá a su hijo? Desde que comienza a hablar le enseñará: “La Torá que nos encomendó Moisés ...” (Deuteronomio 33:4), y: “Escucha, Oh Israel ...” (ibíd. 6:4). Luego, de vez en cuando le enseñará versículos bíblicos hasta la edad de seis o siete años, dependiendo de su capacidad. Cuando alcance dicha edad lo llevará donde un maestro de niños.

(3) Si es costumbre del lugar que los maestros reciban dinero para enseñar, debe pagarle. Está obligado a pagar por su enseñanza hasta que el niño pueda leer toda la Torá Escrita. En los lugares donde se ha impuesto la práctica de cobrar por impartir enseñanza de Torá, está permitido hacerlo. Pero está prohibido cobrar por enseñar la Torá Oral, como está escrito: “He aquí, que os enseñé estatutos y preceptos sin cobrar, yo también os enseñaré. Igualmente, cuando enseñéis a través de las generaciones, lo haréis sin cobrar, como aprendiste de mi”. El que no encuentra a nadie que le enseñe gratis, debe pagar para estudiar, por cuanto está escrito: “Compra la verdad” (Proverbios 23:23). ¿Podría pensarse que se puede cobrar por enseñar? El versículo dice: “Y no la vendas” (ibíd.). Así aprendemos que está prohibido cobrar por enseñar aunque su maestro le haya cobrado.

(4) Todo judío está obligado a estudiar Torá, bien sea pobre o rico, sano o enfermo, joven o un viejo con poca fuerza. Hasta el mendigo que vive de la caridad pública y tenga esposa e hijos, está obligado a fijar un tiempo para el estudio en el día y por la noche, como dice: “Meditarás en ella de día y de noche” (Josué 1:8).








Rambam. Leyes de las Bases de la Torá. Capítulo 1,2

(1) ¿Cuánta Torá estamos obligados a estudiar? Hasta el día de la muerte, como está escrito: “Para que no salgan de tu corazón todos los días de tu vida” (Deuteronomio 4:9). Quien no se ocupa con el estudio, lo olvida.

(2) El tiempo de estudio debe dividirse en tercios: Un tercio lo dedicará a estudiar la Torá Escrita, un tercio a la Torá Oral y el otro tercio lo pasará reflexionando y comprendiendo un concepto desde el comienzo, deduciendo y comparando uno del otro, entendiendo las reglas mediante las cuales se explica la Torá hasta comprender el fundamento de los principios y cómo puede determinar cuáles están prohibidos y cuáles permitidos según lo aprendido en la tradición. Este aprendizaje es llamado Guemará.

(3) ¿Cómo se divide el tiempo de estudio en tercios? Un comerciante que destina tres horas del día al trabajo y nueve horas al estudio de la Torá, dedicará tres horas a la Torá Escrita, tres horas a la Torá Oral y las tres horas restantes las pasará reflexionando entre uno y otro. La Torá Escrita abarca el texto de la tradición (los Profetas y las Escrituras) y la Torá Oral contiene sus comentarios. La Guemará incluye los temas místicos llamados pardes. ¿A qué se aplica esto? Al comienzo de los estudios de la persona. Pero a medida que avanza en sus conocimientos y no tiene que aprender la Torá Escrita ni ocuparse todo el tiempo con la Torá Oral, deberá leerlas en determinados momentos para que no olvide ninguna de sus leyes. Y dedicará todo su tiempo únicamente al estudio de la Guemará, según su nivel espiritual y su claridad mental.

(4) La mujer no tiene obligación de estudiar Torá, pero si lo hace recibe recompensa aunque no igual a la del hombre. Es menor la recompensa de quien hace sin estar obligado que la de quien está obligado y la cumple. Aunque la mujer tenga recompensa, nuestros sabios ordenaron que el padre no enseñe Torá a su hija, pues las mentes de las mujeres no son adecuadas para este estudio. Más bien podrían malinterpretar las palabras de la Torá debido a su poco conocimiento. Nuestros Sabios dijeron: “Quien enseña a su hija Torá es como si le enseñará tonterías”. ¿A qué se refiere esto? A la Torá Oral. Preferiblemente no le enseñará la Torá Escrita, pero si lo hiciera, no se consideraría tonterías.








Rambam. Leyes de las Bases de la Torá. Capítulo 1,3

(1) El pueblo de Israel recibió tres coronas: La Torá, el sacerdocio y el reinado. Aharón obtuvo la corona del sacerdocio, como dice: “Y será para él y para su simiente después de él, un pacto de sacerdocio eterno” (Números 25:13). David obtuvo la corona del reinado, como versa: “Su simiente será por siempre, y su trono es como el sol ante Mi” (Salmos 89:37). Pero la corona de la Torá se mantiene y está a la disposición del pueblo de Israel, como dice: “La Torá que Moshé nos encomendó es una herencia para la congregación de Yaacob” (Deuteronomio 33:4), quien lo desee, que venga y la tome. No sea que digas que las otras coronas son más importantes que la de la Torá, fíjate que dice: “Por mí reínan los reyes y los príncipes decretan justicia. Por mi gobiernan los príncipes” (Proverbios 8:15-16). Aquí aprendemos que la corona de la Torá, a la cual se someten reyes y príncipes, es más importante que las otras dos.

(2) Los Sabios dijeron: Un mámzer (persona nacida de una relación ilícita) convertido en erudito de la Torá tiene más mérito que un Cohén Gadol sin instrucción, como está dicho: “Es más preciosa que las perlas (peninim)(Proverbios 3:15) más que el Cohén Gadol que entra al altar interior Sancta Santórum (lifnai vilifnim).

(3) El principal mandamiento es el estudio de la Torá. Pero el estudio de la Torá equivale a todos los demás mandamientos juntos. Porque éste conlleva a la acción. Por lo tanto, el estudio siempre precede a la acción.








Rambam. Leyes de las Bases de la Torá. Capítulo 3

(1) Quien se encuentre ante la decisión de cumplir un mandamiento o estudiar Torá, si puede transferir la realización de dicho mandamiento a otra persona, no debe interrumpir sus estudios. De lo contrario, cumplirá el mandamiento y luego regresará a su estudio.

(2) La Torá dice: “No está en el cielo... tampoco está allende los mares” (Deuteronomio 30:12-13). “No está en el cielo”, no se encuentra entre los arrogantes, ni entre los que viajan por los mares. Los Sabios dijeron: “quien aumente sus negocios no será sabio”. Y los Sabios ordenaron: “Disminuye tus ocupaciones y ocúpate de la Torá”. La persona que pretende ocuparse con la Torá para no tener que trabajar, y ser mantenido con caridad, profana el Nombre del Eterno, deshonra a la Torá, extingue la luz de la religión, se hace dañó a sí mismo y saca su vida del Mundo Venidero. Pues en este mundo está prohibido obtener beneficio de la Torá. Los Sabios dijeron: “quien se beneficie de las palabras de la Torá saca su alma del mundo”. También ordenaron, diciendo: “No hagas de ella una corona para engrandecerte, ni una espada para cavar”. Además ordenaron, diciendo: “Ama el trabajo y desprecia el poder y la Torá sin esfuerzo al final se malogrará haciéndolo pecar. Esta persona terminará siendo un ladrón”.








Rambam. Leyes de las Bases de la Torá. Capítulo 5,1

(1) A todo el pueblo de Israel le fue encomendado santificar el Nombre del Omnipotente. Pues está dicho: "Y seré santificado entre los hijos de Israel" (Levítico 22:32). Y les fue prohibido profanarlo, como dice: "No profanarás Mi Sagrado Nombre" (ibíd). ¿Cómo se daría ésto? Cuando un gentil obliga a un judío a violar cualquiera de los preceptos de la Torá bajo amenaza de muerte, éste debe transgredirlo y no dejarse matar, como está escrito sobre los preceptos: "El hombre que los cumpla vivirá en ellos" (ibíd. 18:5) -vivirá en ellos, no dice que debe morir por éstos-. Si se deja matar para no transgredir, debería tener pena de muerte.

(2) ¿En qué caso se aplica ésto? Esto se aplica a todos los preceptos, excepto a las prohibiciones de idolatría, conducta sexual ilícita, y derramamiento de sangre, pero si en alguna de estas tres transgresiones le dicen: "transgrédela o serás muerto", debe dejarse matar y no transgredirla.

(3) ¿En qué caso se aplica esto? Cuando el no judío lo hace en beneficio propio, como por ejemplo: Si lo obliga a construírle su casa o a cocinarle en Shabat, o cuando obliga a una mujer a tener relaciones, etc. Cuando el gentil lo hace con la única intención de hacerlo transgredir los preceptos, si no se encuentran diez testigos judíos presentes, debe transgredir y no dejarse matar. Cuando lo obligare en presencia de diez testigos judíos, debe dejarse matar y no transgredir, aunque la intención del gentil sea sólo hacerlo transgredir cualquier precepto.

(4) Todo lo anterior se aplica en tiempos de paz. Pero cuando surge un tirano como Nabucodonosor que decreta la abolición del judaísmo o alguno de sus preceptos, uno debe morir antes de transgredir cualquier precepto, bien sea bajo presión ante diez testigos judíos o sin éstos.








Rambam. Leyes de las Bases de la Torá. Capítulo 5,2

(1) Todo sobre quien fue dicho, que debe transgredir para que no lo maten, y si se dejó matar para no transgredir, debería tener pena de muerte. Y todo sobre quien fue dicho, que se deje matar y no transgreda; y se dejó matar para no transgredir, consagró el Nombre del Eterno. La persona que muere ante diez judíos para no transgredir un mandamiento, ha consagrado el Nombre del Eterno públicamente. Como lo hicieron Daniel, Jananiá, Mishael, Azariá, así como Rabí Akivá y sus compañeros. No existe nivel superior al alcanzado por estos mártires. Sobre ellos está dicho: "Por tu causa nos matan todo el día. Somos considerados como ovejas que van al matadero" (Salmos 44:23), y: "Congregad a Mí, mis piadosos, que pactaron conmigo sobre el sacrificio".

(2) Y todo sobre quien fue dicho, que se deje matar y no transgreda, si transgredió para que no lo mataran, profanó el Nombre del Eterno. Si esto ocurrió frente a diez judíos, es una profanación pública y desaprovechó cumplir el precepto de santificar el Nombre del Eterno, como así también viola el precepto de no profanar el Nombre del Eterno. Sin embargo, no tiene pena de azote porque lo hizo bajo coacción, ni tampoco hace falta decir que el Tribunal le impondría pena de muerte aunque hubiera matado bajo presión. Porque sólo quien transgrede voluntariamente en presencia de testigos y luego de ser advertido, recibe dichos castigos. Como fue dicho de quien entrega de su simiente al Molej: "Y Yo volveré Mi rostro contra ese hombre" (Levítico 20:3). La Torá Oral nos enseña: "Ese hombre", no el que actúa bajo coacción, ni aquél que lo hace por desconocimiento, ni aquél que lo hace por equivocación. Referente a la idolatría, que es la falta más grave, el que transgrede bajo coacción no tiene pena de exterminio (karet) ni tampoco el Tribunal le imputa la pena de muerte, menos cabe decir en los otros preceptos de la Torá. Con respecto a las relaciones prohibidas dice: "Y a la joven no le harás nada" (Deuteronomio 22:26). No obstante, quien puede escaparse de las garras del tirano para salvar su vida y no lo hace, es como "el perro que vuelve sobre su vómito" (Proverbios 26:11). Y es llamado idólatra alevoso y por lo tanto, es excluído del mundo venidero y enviado al fondo del infierno..








Rambam. Leyes de las Bases de la Torá. Capítulo 5,3

(1) Si los gentiles le dijeron a unas mujeres: "Dadnos una de vosotras y la impurificaremos. Pero si no, las impurificaremos a todas ustedes", deben todas dejarse impurificar y no entregarles una sola alma de Israel. Similarmente, si los gentiles le dicen a unos hombres: "Dadnos uno de vosotros y lo mataremos, pero si no, los mataremos a todos", todos deben dejarse matar antes de entregarles una sola alma de Israel. Pero si lo eligen diciendo: "Dadnos tal y tal o si no los mataremos a todos", si merece pena de muerte, como Sheva ben Bikhri, quien se rebeló contra el rey David, y fue posteriormente entregado a Yoav (Samuel II, 20:21), deben entregárselo. Así es la Halajá pero no se debe enseñar públicamente. Y si no merece pena de muerte, deben dejarse matar antes de entregarles un alma judía.

(2) Así como fue planteado con los opresores, lo está con las enfermedades. Por ejemplo, si una persona enferma está a punto de morir, y los médicos dicen que se curará con algo que la Torá prohíbe, está permitido ser curada mediante cualquier prohibición de la Torá, con excepción de la idolatría, relaciones sexuales prohibidas y derramamiento de sangre; prohibiciones en las cuales inclusive en caso de peligro de muerte, no se curará transgrediéndolas. Quien se cure mediante dichas transgresiones recibirá del Tribunal el castigo que le corresponda.








Rambam. Leyes de las Bases de la Torá. Capítulo 5,4

(1) ¿De dónde sabemos que aún en caso de peligro de vida no se puede cometer los tres pecados antes mencionados? Sobre la idolatría está dicho: "Y amarás al Eterno tu Di-s con todo tu corazón y con toda tu alma y con todo tu poder" (Deutoronomio 6:5), aunque Él se lleve tu alma. Con respecto a quitarle la vida a un judío para salvar a otro o para liberar a otro judío de las manos de un opresor, es lógico que no se puede quitar una vida por otra. Y las relaciones prohibidas son como matar, pues dice: "Porque, como quien se levantó sobre su compañero asesinándolo, así es esto" (ibíd. 22:26) (el que violó a una joven).

(2) ¿En qué caso se dice, que uno no puede curarse transgrediendo las demás prohibiciones, excepto en caso de peligro de vida? Cuando se hacen de la manera usual, como, por ejemplo: alimentar a una persona enferma con alimentos no kasher o con leudantes en Pesaj, o darde de comer en Iom Kipur. Pero sí está permitido comerlos cuando no se hacen de la manera usual, como cuando le ponen un vendaje untado con un emoliente o una cataplasma hecha de harina o de orlá (fruto sacado del árbol antes de los primeros tres años), o si mezclan bebida amarga con comida prohibida, que sean desagradables al paladar, aún cuando no exista peligro de vida. Las excepciones son los frutos de los injertos de un viñedo y carne mezclada con leche, que están prohibidos aún cuando la curación se haga de manera inusual, excepto en caso de peligro de vida.

(3) Si alguien que le gusta una mujer se enfermó a raíz de esto, y está al borde de la muerte, y los médicos dicen que la única cura es que tenga relaciones con ella, debe morir antes de transgredir, aunque sea una mujer soltera. Ni siquiera debe hablar con ella detrás de una cerca. Debe morir antes que lo manden a hablar con una mujer, para que no sean deshonradas las hijas de Israel, y puedan así caer en relaciones prohibida.






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